Efraín, Paúl y Javier, los tres ecuatorianos que se dirigieron hace más de una año a Mataje a realizar su trabajo periodístico fueron asesinados por el grupo disidente de las FARC, Oliver Sinisterra, liderado por alias «Guacho» quien fue abatido hace 4 meses. Esta información fue publicada por el portal Código Vidrio que revisó el documento de 75 páginas.
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En la web revela «los tres rehenes recibieron varios disparos por el costado izquierdo de sus cuerpos, por la espalda, y en una trayectoria de abajo hacia arriba. Lo más probable es que cuando fueron ejecutados no estaban sentados, inmolvilizados, como sostuvieron dos de los disidentes ante la Fiscalía colombiana, sino en movimiento -caminando o corriendo-, quizás en medio de un enfrentamiento armado. No habría un patrón de ejecución o ajusticiamiento premeditado. Tampoco hubo torturas».
Arturo Torres, autor del libro Rehenes y del artículo sobre la autopsia, mencionó que las evidencias apuntan al 7 de abril de 2018 como el día del asesinato y que según versiones de alias ‘Cherry’ y ‘Alirio’, integrantes de Oliver Sinisterra ante la Fiscalía de Colombia, varios custodios se acercaron a los ecuatorianos que fueron llevados hacia un árbol diciéndoles que los iban a liberar. Luego los habrían encadenado, obligándolos a sentarse, junto a un familiar de Guacho (Fernando Vernaza Castro), acusado de ser informante. Entonces, les habrían disparado.
Los tres recibieron tiros de gracia, en el costado izquierdo de la cabeza, pero desde la parte posterior. Esa fue la causa de las muertes. Sin embargo, también recibieron disparos en distintas partes del cuerpo con pistolas de calibre 9 milímetros, menciona el artículo.
A Efraín Segarra, el conductor de la camioneta que tenía 61 años, le dispararon en el brazo izquierdo y murió por laceración encefálica.
Javier Ortega, el periodista de 32 años, tenía cuatro impactos de bala. El que provocó su muerte ingresó por la parte anterior izquierda de la cabeza. Además recibió un disparo en el abdomen, otro en el brazo derecho, y uno en la región lumbar, en la espalda baja.
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Paúl Rivas, fotógrafo de 45 años, recibió seis balazos. El primero fue en la sien y el proyectil salió. El segundo y tercero fueron en la espalda. El cuarto fue en el abdomen y dos más en la pierna izquierda. En este examen, el médico detalla que no se hallaron amarres ni ataduras. Esta información no consta en las otras autopsias.
Esta información coincidiría con el comunicado del frente Sinisterra del 11 de abril que hubo operaciones combinadas de Ecuador y Colombia y desembarcos durante el secuestro.
Pero, según la versión ecuatoriana no hubo operaciones mientras se realizaban las negociaciones para liberarlos.
Con información de Código Vidrio