Hoy es un día lleno de nostalgia para la generación X. El 5 de abril de 1994 Kurt Cobain líder de Nirvana, banda precursora del Grunge, se disparó en la cabeza con una carabina en su casa de Seattle, Estados Unidos. Kurt pasó a formar parte de los mártires del Rock : ‘club de los 27’. Su partida marcó a un hito en la música y hasta hoy en día queda en incógnita el cómo y el por qué de su partida.
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Hay varias especulaciones sobre la muerte de Cobain, no obstante la versión más cercana a la realidad por las pruebas, es que el 5 de abril de 1994, Cobain se atrincheró en una habitación sobre el garaje de su casa ahí escribió una carta de despedida antes de matarse.
Luego de su esposa Courtney Love viajara a Los Angeles, Kurt escribió una carta de despedida junto a su guitarra, sacó entonces unos cigarrillos Tom Moore, parte de su parafernalia de drogas, que también incluía tres dosis de heroína y un coctel de fármacos. Pacientemente, colocó en el suelo dos toallas, sacó su billetera y dejó a caer a la vista su licencia de conducir para que pudieran corroborar su identidad. Se apoyó sobre el pecho una carabina de marca Remington de calibre 20 que había comprado días antes, apunto con el cañón directamente a su mandíbula, con un último suspiro Cobain jaló el gatillo, provocándose un disparo certero que atravesó su cráneo.
Tres días después su cuerpo fue hallado por el electricista, Gary Smith, él creyó ver un maniquí sobre el suelo con una escopeta sobre el estómago, pero en realidad era el cuerpo del músico.
La vida de cantante de 27 años, nacido en el pequeño poblado de Aberdeen, Washington, estuvo llena de ataques de depresión, inseguridad y excesos con las drogas. Esto a pesar de que Nirvana había alcanzado la cima del Rock al formar un nuevo estilo que se lo denominaría Grunge. Al parecer, la fama en vez de ayudarlo superar su baja autoestima, incentivo a sus conductas auto destructivas. En una de la carta que el músico escribió dice:
“ Ya hace demasiado tiempo que no me emociono ni escuchando ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo rock’n‘roll. Me siento increíblemente culpable.Por ejemplo, cuando se apagan las luces antes del concierto y se oyen los gritos del público, a mí no me afectan tal como afectaban a Freddy Mercury , a quien parecía encantarle que el público le amase y adorase.Lo cual admiro y envidio muchísimo.De hecho, no os puedo engañar, a ninguno de vosotros.Simplemente no sería justo ni para mí.Simular que me lo estoy pasando el 100% bien sería el peor crimen que me pudiese imaginar.
Es mejor quemarse que desvanecerse (…) No puedo soportar la idea de que Frances (su hija) se convierta en el rockero miserable y autodestructivo que me volví”.
Su muerte marco un hito en la historia del Rock, por eso es parte del club de los 27. Eso es innegable que el Grunge, estilo que no es punk, es un grito de rebeldía contra una sociedad podrida que juzga a los diferentes.