Según información preliminar de la policía, el joven fue encontrado «bañado en sangre en el interior de una residencia». La menor tenía cuatro años, su madre 43 y la abuela 75 años.
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Un oficial explicó que fueron alertados por los vecinos de la urbanización en Arraiján, provincia de Panamá Oeste, «de los gritos en una vivienda en la noche del domingo», y al llegar encontraron la escena.
Sobre el joven se sabe que hay registros de haber sido atendido por adicción a las drogas y que usó un arma punzocortante para cometer los asesinatos.
Según el noticiero local Telemetro, la madre era profesora en el centro regional de la Universidad de Panamá y directora de una escuela en la localidad de Veracruz, además de militante del oficialista Partido Panameñista.
El joven habría estado solo con su abuela cuando cometió el primer crimen, porque su madre y hermana estaban en una actividad proselitista y al llegar a la residencia fueron atacadas.
De acuerdo con cifras del Ministerio Público de Panamá en enero pasado se reportaron 42 homicidios en Panamá, mientras en el mismo mes de 2018 se registraron 32 homicidios.
En su más reciente reporte de denuncias «contra el orden jurídico familiar y el estado civil», la fiscalía reveló que entre enero y febrero pasados se registraron un total de 3.218 denuncias, de ellas 1.667 en enero y 1.551 en febrero.
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De esos casos, en total 2.738 se refieren a casos de violencia doméstica, otros 419 a maltrato de niño, niña o adolescente, 60 por delitos contra la familia y uno por delitos contra la identidad y tráfico de menores de edad.
EFE
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