Las fuerzas de seguridad incautaron más de 1.270 kilos de cocaína procedentes de Ecuador en los puertos de Algeciras (España) y Amberes (Bélgica), ocultos en troncos de madera, en una operación contra una red de tráfico internacional de cocaína entre Sudamérica y Europa formada por 26 personas.
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Según informó este 5 diciembre el Ministerio español del Interior, siete de los sospechosos, incluido el líder de la organización, fueron detenidos en localidades de la provincia de Málaga (sur), en la llamada operación Brocade-Fraternity.
La investigación comenzó después de que la Guardia Civil (fuerza de seguridad) y la Agencia Tributaria españolas inspeccionaran en el puerto de Algeciras (sur español) una partida de cinco contenedores procedentes de Ecuador que transportaban madera tropical.
Los agentes se aprehendieron en uno de ellos de 797,7 kilos de cocaína, oculta en el interior de los troncos, e iniciaron las averiguaciones sobre las personas partícipes en la adquisición y exportación de esta partida.
Semanas antes se produjo otra incautación de 470 kilos de cocaína en el puerto de Amberes, cuyas empresas importadora y exportadora y la forma de actuar coincidían.
Tras una primera reunión entre la Guardia Civil y la Policía Federal belga en Málaga, se llegó a la conclusión de que detrás de estas operaciones de narcotráfico se encontraba una organización criminal afincada en Bélgica que contaba con ramificaciones en España, Francia, Holanda, Colombia y Ecuador.
En un segundo encuentro en La Haya (Holanda) se acordó llevar a cabo una acción policial coordinada entre ambos países encaminada a conseguir la desarticulación total de esta organización trasnacional.
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El líder de la organización fue detenido en cumplimiento de una Orden Europea de Detención y Entrega (OEDE) en Fuengirola (Málaga).
En la operación fueron intervenidos diez vehículos de alta gama, artículos de joyería con un valor aproximado de 200.000 euros, 130.000 euros en artículos de marcas de lujo, terrenos por valor de 50.000 euros, dinero en metálico, numerosos teléfonos móviles y documentación de interés para la investigación policial. EFE