Un triste desenlace tuvo una historia en Francia, que empezó con un simple regaño. Un niño de 11 años se quitó la vida luego de encontrarse deprimido por la reprimenda de su maestro. El tutor lo habría expuesto en clase por usar su teléfono celular, según contó el fiscal del caso, en Niza.
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Horas después, el niño continuó en depresión y se lanzó de un puente, según contaron testigos. Entre los protagonistas de la tragedia están dos compañeros, quienes contaron lo deprimido que se encontraba su amigo. La víctima no quiso subir al autobús con ellos, por lo que llamaron a sus padres.
El joven perdió la vida de manera instantánea, según decretó el informe forense.
«Todo esto parece estar relacionado con el pánico que sintió tras las advertencias de un maestro por haber sacado o usado un teléfono en clase. El maestro lo castigó por eso», añadió el fiscal del caso.
Un triste desenlace tuvo una historia en Francia, que empezó con un simple regaño. Un niño de 11 años se quitó la vida luego de encontrarse deprimido por la reprimenda de su maestro. El tutor lo habría expuesto en clase por usar su teléfono celular, según contó el fiscal del caso, en Niza.
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Horas después, el niño continuó en depresión y se lanzó de un puente, según contaron testigos. Entre los protagonistas de la tragedia están dos compañeros, quienes contaron lo deprimido que se encontraba su amigo. La víctima no quiso subir al autobús con ellos, por lo que llamaron a sus padres.
El joven perdió la vida de manera instantánea, según decretó el informe forense.
«Todo esto parece estar relacionado con el pánico que sintió tras las advertencias de un maestro por haber sacado o usado un teléfono en clase. El maestro lo castigó por eso», añadió el fiscal del caso.