Es difícil imaginar que ositos de goma, caramelos o pastillas puedan convertirse en materia prima para el arte. Pero el artista estadounidense Kevin Champeny ha logrado utilizar esos elementos para crear mosaicos que han sorprendido a miles de personas en todo el mundo.
PUBLICIDAD
Uno de ellos se titula ‘Sanador’, con Jesucristo como protagonista. Está hecho de miles de analgésicos y medicamentos recetados.
ENTREVISTA
Kevin Champeny
¿Cómo empezaste a crear mosaicos?
Quería crear una única obra de arte cohesionada que combinara mi amor por el dibujo, la pintura, la fotografía y la escultura y que permitiera al espectador convertirse en un participante activo.
¿Por qué estás usando diferentes objetos para ello?
Quiero que los píxeles (de lo que está hecha la pieza) y la imagen general tengan alguna conexión. Así que cuando visualice la obra en su conjunto, tomaré esas decisiones. Esa conexión depende entonces de que el espectador la determine a partir de sus propias experiencias.
PUBLICIDAD
¿Cuál es el objeto más extraño que has usado en un mosaico?
Los objetos no son raros o extraños. Sin embargo, he encapsulado joyas y oro en algunas de las piezas fundidas, y una vez un frasco completo de Botox en una pieza fundida para un cirujano plástico.
¿Cómo decides qué objeto se va a utilizar?
Hay una gran cantidad de planificación e investigación que va en cada mosaico. Durante las etapas de planificación determinaré qué objetos ayudarán con el tema general de la pieza y permitirán al espectador extrapolar una multitud de emociones y conexiones de lo que ha experimentado en sus propias vidas.
Cuéntanos más sobre el proceso de creación del mosaico
Empiezo con una idea de la pieza en general. Luego fotografío o dibujo/pinto mi imagen y esculpo a todos los maestros para las piezas que harán la imagen. Yo creo moldes y fundo miles de piezas en color y las aplico a mano y las pego en el orden exacto.
30K
analgésicos y medicamentos recetados se utilizaron para crear el mosaico denominado ‘Sanador’.