Durante una rueda de prensa en Quito, la defensa Julian Assange, anunció que la acción está «basada en la vulneración de sus derechos con respecto a la restricción de telecomunicaciones e implementación unilateral del denominado ‘Protocolo especial de visitas, comunicaciones y atención médica'»..
PUBLICIDAD
«Ecuador amenazó con quitarle la protección y cortó su acceso al mundo exterior, incluso negándose a permitir que periodistas y organizaciones de derechos humanos lo vieran, e instalar tres interceptores de señales en la embajada para Evitar sus llamadas telefónicas y acceso a Internet», dice un comunicado de WikiLeaks.
Los dos abogados muestran su esperanza de que los «los jueces/as de la República del Ecuador actúen en virtud de la Constitución, los instrumentos de Derechos Humanos y precedentes jurisprudenciales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos».
La presentación de la acción coincide con la entrega a Assange de un documento con el que Ecuador quiere regular sus condiciones de vida en la legación diplomática de Londres.
Ese documento, del que una copia no confirmada ha circulado por las redes sociales, contempla la devolución al activista de la conexión a internet, después de que se le cancelara en marzo por difundir sus opiniones políticas sobre las últimas elecciones en EE.UU., la crisis secesionista catalana y otras por las que el Gobierno de Lenín Moreno recibió quejas de Gobiernos extranjeros.
También establece reglas de limpieza con su mascota, protocolos de atención médica, la necesidad de pagarse sus gastos o restricciones a las visitas, so pena de que, de violarlas, se dará por terminada su condición de asilo.
PUBLICIDAD
«La situación actual del asilado se ha empeorado por el asilo prolongado», afirman los abogados en un comunicado, en el que se quejan de que «la falta de soluciones» como que Assange tenga plenas garantías de que en el futuro «no sea extraditado a un tercer país donde se pueda afectar la integridad física y psicológica del peticionario».
Y concluyen con la advertencia de que estarán «pendientes» del trámite de esta garantía constitucional «sin perjuicio de acudir a instancias supranacionales de justicia».
El caso de Assange, calificado por el actual presidente ecuatoriano como «una piedra en el zapato», es objeto de contactos con el Reino Unido desde hace más de un año, pero las partes no se ponen de acuerdo para una salida con garantías de la legación.
En diciembre pasado, la anterior ministra de Exteriores ecuatoriana, María Fernanda Espinosa, le concedió la nacionalidad y un cargo diplomático para solucionar el problema, pero el Reino Unido se negó a dejarle salir sin detenerle.
EFE
Lee más