Un terremoto seguido de un tsunami sacudieron Indonesia el pasado viernes, causando gran destrucción y dejando al menos 1.200 víctimas mortales confirmadas.
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Después del movimiento telúrico se produjo un tsunami, que causó gran destrucción. Las consecuencias de los temblores afectaron principalmente a Palú, capital de Célebes Central, y Donggala.
¿Por qué el tsunami fue tan destructor?
Indonesia, con su archipiélago que es el más grande del mundo, cuenta con 18 mil islas y está ubicado en el Cinturón de Fuego del Pacífico. Esta es el área geográfica del planeta con mayor actividad sísmica y volcánica. En la zona, los movimientos tectónicos ocurren en promedio de cinco a seis veces al día.
Hace cuatro años, en 2004, se registró un sismo en la isla indonesia de Sumatra. Ese suceso provocó la muerte de 226 mil personas en 13 países.
Las olas, de ese tamaño son producto de megaterremotos. Estos fenómenos se dan cuando grandes secciones de corteza terrestre se mueven de forma vertical a lo largo de la falla. Esto desplaza enormes cantidades de agua, que viajan a gran velocidad durante miles de kilómetros.
Pero, el pasado viernes la falla se rompió de forma horizontal, que no suele provocar ese tipo de desastres.
EXPERTOS HABLAN DEL TSUNAMI EN INDONESIA
Expertos consultados por The National Geographic sugieren que la geología única del área podría ser la culpable de la progresión inesperada del desastre, según publica RT.com.
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Baptiste Gombert, geofísico de la Universidad de Oxford, señala que el tsunami podría ser el resultado de algún movimiento vertical a lo largo de la falla. Si bien le parece poco probable que esto pueda explicar por completo las olas tan altas.
«Incluso si hubo un pequeño desplazamiento vertical, este es un gran tsunami», enfatiza.
Andreas Schäfer, del Instituto Tecnológico de Karlsruhe de Alemania, indicó que «se puede comparar la bahía de Palú con una bañera».
«Al mover la mitad, el desplazamiento horizontal del fondo del mar también empujó el agua y cuando regresó. Lo hizo como una ola de tsunami», detalla.
Por su parte, Janine Krippner, vulcanóloga de la Universidad de Concord (EE.UU.), estima que los límites de la bahía también podrían haber aumentado la altura de las olas. «Canalizó el agua hacia un área más pequeña», indicó.
POCA ADVERTENCIA ANTE LA AMENAZA DEL TSUNAMI
Los lugareños afirmaron que las sirenas no sonaron. Y las alertas por mensajes de texto no se enviaron porque las torres de telefonía habían colapsado durante el terremoto.
Las autoridades locales habían levantado la alerta de tsunami emitida inicialmente, poco después del movimiento telúrico.
La Agencia Nacional para la Prevención de Desastres admitió que el sistema de detección temprana de tsunamis no funciona hace seis años.
«A partir del 2012, la boya de detección temprana de aguas profundas no opera en el país, uno de los elementos clave del sistema», señaló Sutopo Purwo Nugroho, representante oficial de la Agencia. En su opinión, la razón es la falta de financiación necesaria, que además disminuye cada año.
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