La difusión en las redes sociales de unas fotografías y vídeos en los que aparece el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en un restaurante de un reconocido chef turco-Salt Bae-desató una polémica en el país hundido en una compleja crisis económica y social. Tras ello, el Mandatario no tardó en reaccionar a las críticas.
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En una alocución televisada, Maduro se mostró orgulloso de haber sido atendido por el afamado chef . Además, le agradeció los regalos y aseguró que volverá a visitarlo.
«Atendimos una invitación para compartir en un restaurante (…). Le mando un saludo desde aquí a nuestro amigo. Camarada, pronto vuelvo a Estambul para que nos volvamos a ver. Gracias por los regalos», dijo.
«Esto es una sola vez en la vida, ¿verdad?», afirma Maduro mientras observa al chef Salt Bae, cuando corta algunos trozos de carne para el mandatario y la primera dama Cilia Flores.
En otra grabación aparece el gobernante fumando un habano y viendo una camiseta del reconocido chef, y en otro se ve a Maduro abrazando a Salt Bae, quien ha atendido a personajes como Diego Armando Maradona y actores de Hollywood.
Críticas
El senador republicano Marco Rubio, abierto crítico del gobernante venezolano, condenó en Twitter que Salt Bae atendiera a Maduro, al que llamó un “dictador con sobrepeso” de un país donde “30% de la gente come solo una vez al día y los bebés sufren de desnutrición”.
Por su parte, el diputado opositor Julio Borges, expresidente de la Asamblea Nacional acusado por el mandatario de ser uno de los responsables del ataque con drones que sufrió el mes pasado durante un desfile militar en la capital, tuiteó que mientras “los venezolanos sufren y mueren por hambre, Nicolás Maduro y Cilia disfrutando de uno de los restaurantes más costosos del mundo».
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A las críticas se sumó el escritor venezolano Leonardo Padrón, el cual expresó en la misma red social que el «habano, el reloj de oro, el banquete, la abundancia de carne, la actitud de sobrado, todo eso, viniendo del presidente de la República, es inmensamente ofensivo para el pueblo venezolano que está literalmente huyendo del país por la miseria».
Venezuela está sumida una compleja crisis económica agravada por una fuerte recesión, una severa escasez de bienes básicos y una hiperinflación que el Fondo Monetario Internacional estima que podría alcanzar este año un millón por ciento.
Los problemas económicos han desatado un repunte de la pobreza, que el año pasado alcanzó al 87% de la población, y llevaron a 9 de cada 10 venezolanos a enfrentar dificultades para pagar su alimentación diaria, según reveló un estudio del 2017 de las tres principales universidades del país.
Para hacer frente a la crisis Maduro activó en agosto un plan económico que implicó una reconversión monetaria, un aumento del salario mínimo en más de 3.000%, un incremento al impuesto al valor agregado y una unificación de la tasa de cambio que representó una fuerte devaluación.
Al rechazar el programa algunos analistas advirtieron que las medidas podrían potenciar los problemas económicos y la migración masiva.
Más de 1,6 millón de venezolanos han salido de su país desde principios de 2015, y de ellos el 90% se han quedado en Sudamérica, según cifras de las Naciones Unidas.
AP