Guillermo Lasso dijo que el proyecto político y económico del presidente Lenín Moreno, es igual al de Rafael Correa. Pero, «con cara amable».
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«El Ecuador lleva gobernado por AP los últimos once años. Primero con la cara prepotente de Correa, y luego con la cara amable de Lenín Moreno». Esto manifestó Lasso en entrevista con EFE en su despacho de la ciudad costera de Guayaquil.
Además, Lasso no descarta concurrir una vez más como líder conservador. En la última ocasión perdió ante Moreno. La diferencia fue cerca de 230.000 votos en segunda vuelta. Este resultado lo impugnó bajo sospechas de fraude.
En ese sentido, el dirigente de CREO considera que «luego de la década de Correa hay una impresión de cambio. Hemos llegado a un oasis o paraíso».
Lasso sigue reclamando asimismo que en las dos vueltas electorales de 2017 hubo fraude y una desinformación intencionada. Tras ello se dieron a conocer una cantidad de votos nulos que ninguna encuesta a pie de urna recogía y dieron la victoria al actual presidente.
«Aquí sucedió lo mismo que en Venezuela. Un apagón electoral de más de una hora en la que no tuvimos información. Y, cuando se prende los resultados habían cambiado notablemente»
Por ello, arguye que el sucesor de Correa «debió legitimarse ante la gran duda de fraude a través de una consulta popular» y así el 4 de febrero pasado se celebró el plebiscito que contenía una de las promesas de campaña de Lasso, que era impedir la reelección indefinida de autoridades.
«Era una propuesta nuestra», insiste el presidente ejecutivo y principal accionista del Banco de Guayaquil, para quien Moreno «continúa manejando la economía con la misma fórmula de Correa».
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En este sentido critica que en el primer año de Gobierno «ha endeudado al país en 10.000 millones de dólares» y que hay un «descontrol» del gasto público.
También censura que en este primer año de gestión «se han destruido 161.000 empleos adecuados» y propone un nuevo modelo que tenga en cuenta las necesidades básicas de la población, pero que al mismo tiempo permita a la empresa privada impulsar la economía.
Explica que su bloque parlamentario, que agrupa a 22 de los 137 legisladores de la Cámara, se ha abstenido de votar a favor de la nueva ley de fomento productivo, al considerar que no blinda el déficit fiscal ni el gasto público, «para impedir que futuros gobiernos vuelvan a cometer los errores de seguir gastando más allá de lo debido».
En política exterior Lasso cuestiona con contundencia lo que considera «una doble posición» respecto a la situación en Venezuela.
«Le transmití al presidente que no puede existir un solo preso político. O hay democracia o no existe y así lo han denunciado algunos países de la región», aclara.
«Aspiraría a ver una posición más clara», insiste sobre la ausencia de una condena firme de Quito al régimen de Nicolás Maduro.
Revela que el único contacto mantenido con Moreno desde que ejerce la Presidencia fue una llamada de agradecimiento a raíz del apoyo que le prestó al considerar la inseguridad en la frontera con Colombia tras una serie de atentados y secuestros de ecuatorianos «una cuestión de Estado».
«Ellos no dialogan, ni en la Asamblea, ni a nivel de Gobierno. No hay absolutamente ningún diálogo», concluye.