Rafael C. deberá presentarse el próximo 2 de julio ante la Corte Nacional de Justicia o, de lo contrario, afrontaría una orden de prisión, aseguró hoy su abogado Caupolicán Ochoa.
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«No le quedará más remedio. El exPresidente tiene que presentarse cada quince días y si no lo hace, se dictará la orden de prisión en su contra», explicó el letrado en entrevista telefónica con Efe, después de que Correa fuera vinculado penalmente en un caso de intento de secuestro del exasambleísta conservador Fernando Balda.
El exMandatario, que vive en Bruselas desde junio de 2017, se vio «sorprendido» por la decisión ayer de la jueza Daniella Camacho de obligarle a presentarse cada quince en la sede judicial de Quito, en decisión que su abogado consideró «política».
Ochoa argumentó su alegato en el hecho de que la jueza saliera el lunes de la audiencia durante media hora y que, al regresar, pidiera al fiscal que reformulara las medidas cautelares que solicitaba.
El fiscal general, Paúl Pérez, había pedido como medida cautelar la colocación de un dispositivo electrónico de rastreo y que se presentara en el Consulado ecuatoriano en Bruselas.
Fue la jueza la que dispuso que compareciera ante la Corte de Quito cada dos semanas al considerar que no tenía competencia para que lo hiciera en Bruselas, medida que su defensor avanzó que recurrirá porque la considera innecesaria y que «rompe su proyecto de vida en Europa y su vida cotidiana».
Fue «arbitraria» y «en un ámbito procesal que no le corresponde actuar» a la jueza, argumentó el abogado, para quien se ha producido «realmente la ruptura de todo el sistema procesal en el Ecuador».
RAFAEL C. VINCULADO AL ‘CASO BALDA’
El lunes el exPresidente fue vinculado penalmente al «caso Balda», un intento de secuestro del exasambleísta.
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En el caso del expresidente no se ha solicitado la prisión preventiva, y Ochoa no cree que por el momento vaya a ser arrestado.
«Realmente no veo yo una amenaza inminente en contra de la libertad del presidente Correa, pero todo puede pasar. Hay una campaña de odio, animadversión, la gente no busca justicia busca venganza», consideró.
Arguyó que el hecho de que dos mandos de la Inteligencia puedan estar implicados en los hechos no significa que la orden viniera de la Presidencia, como aduce Balda y respalda el fiscal.
Para vincular al exmandatario, el fiscal general presentó indicios de la presunta participación del expresidente en la orden para el frustrado secuestro de Balda, sobre quien pesaban entonces varios procesos judiciales.
Se trata sobre todo de cartas de altos mandos al expresidente, así como de dos depósitos de poco más de 20.000 dólares para la operación de captura.
Ochoa aseguró que su defendido, como presidente, solo estaba al tanto de una orden judicial de extradición presentada a Colombia para hacer regresar a Balda a Ecuador y afrontar justicia por injurias no calumniosas graves.
«Una cosa es tramitar una deportación y otra cosa completamente distinta es practicar un secuestro», reflexionó.
La defensa prepara un recurso ante la misma jueza en el que detallará «las actividades de Correa en Europa», y el impacto sobre ellas de un viaje cada dos semanas, con la petición de que si se ratifica, al menos amplíe el plazo entre viaje y viaje, «quizás un mes».
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