El propósito del plan «es obtener fronteras vivas, creando un ambiente seguro, favorable para la ciudadanía y toda actividad económica», sostuvo el ministro del Interior, Mauro Toscanini que hoy recorrió la provincia amazónica de Sucumbíos (noreste), junto con su colega de Defensa, Oswaldo Jarrín.
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En la visita a esa jurisdicción fronteriza también participaron el comandante de la Policía, Nelson Villegas, y el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, César Merizalde, con quienes recorrieron varias poblaciones como General Farfán y Putumayo.
Las autoridades también visitaron el Puente Internacional sobre el río San Miguel, que sirve de límite con Colombia, y en el cual observaron el flujo migratorio bilateral.
Allí también se ubica el llamado Centro Binacional de Atención de Frontera (Cebaf), donde atienden personal de las instituciones relacionadas con al seguridad y la movilidad humana.
Según Toscanini, en Sucumbíos se ha registrado en lo que va del año una bajada en los indicadores relacionados con delitos, en comparación a igual periodo de 2017, como el de homicidios, que bajó en 29,4 por ciento.
«Nos encontramos en segundo lugar de seguridad en Latinoamérica, eso quiere decir que vamos bien», agregó.
Además recalcó que están buscando los mecanismos para controlar el lavado de dinero, modificando la normativa ecuatoriana, para obtener una herramienta más que permita combatir el narcotráfico.
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Por su parte, el ministro de Defensa indicó que este tipo de visitas se realizan de manera constante a las provincias fronterizas de Esmeraldas, Carchi y Sucumbíos, con la finalidad de conocer las necesidades de la zona y para que el Estado intervenga con acciones, tanto en el ámbito de la seguridad como en el productivo y económico.
Jarrín explicó también que se efectúa un trabajo permanente con las autoridades colombianas, a través de mecanismos de trabajo conjunto como los llamados Gabinetes Binacionales (reunión de los Ejecutivos de ambos países) y la Comisión Binacional de Frontera (Combifron), que coordina de forma conjunta los aspectos de seguridad.
Para Jarrín, la política de seguridad es una decisión del presidente del Ecuador, Lenín Moreno, que busca tener fronteras de desarrollo.
La zona costera fronteriza que comparten la provincia ecuatoriana de Esmeraldas y el departamento colombiano de Nariño ha sido afectada por el accionar de grupos armados irregulares, que han generado inseguridad y pánico en la población, sobre todo tras el asesinato de tres integrantes de un equipo periodístico del diario El Comercio: Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra.
Ellos desaparecieron el 26 de marzo en la zona de Mataje, en el noroeste de la provincia de Esmeraldas, y a mediados de abril el Gobierno anunció que habían sido asesinados, aunque sus cuerpos aún no han sido recuperados y entregados a sus familiares.
El crimen es atribuido a un grupo armado colombiano dirigido por un sujeto conocido con el alias de «Guacho», un disidente de la exguerrilla de las FARC, también acusado de cometer varios atentados que cobraron la vida de otros cuatro soldados en la misma zona, así como del secuestro de dos ciudadanos ecuatorianos aún cautivos. EFE