Lenín Moreno entra en segundo año de gestión con desafío de impulsar la economía

El presidente ecuatoriano Lenín Moreno entra en su segundo año de Gobierno con el desafío de impulsar la economía, tras haber dedicado los primeros 365 días de su gestión a «poner la casa en orden».

En un discurso el pasado jueves, Moreno aseguró que el primero de sus cuatro años de gobierno lo dedicó a «poner la casa en orden» y a devolver «el rumbo correcto a la economía».

«Ha sido un año de limpiarla, de arreglarla para que todos podamos vivir en un lugar de paz, en un lugar confortable, en un lugar digno», dijo el gobernante.

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El analista Alberto Acosta Burneo, considera que «la casa en orden la dedicó (Moreno) sobre todo en el tema político y el tema económico quedó bastante de lado».

Y aunque reconoce cambios «muy importantes y significativos» en al área política, el analista opina que en temas económicos, Moreno «mantuvo el modelo anterior de impulsar la economía vía deuda y gasto público».

En su discurso, el jefe de Estado se refirió a las dificultades económicas: «Desde hace un año, todos los días, estamos descubriendo con asombro y desilusión lastimosamente que la mesa estaba vacía» y no «servida» como aseguró su antecesor, Rafael Correa, quien ha refutado esas aseveraciones.

Moreno dijo haber encontrado un país «irresponsablemente endeudado» y apuntó que para pagar la deuda que le dejaron y ponerse al día en atrasos, tuvo que buscar financiación «por más de 14.000 millones de dólares, solo el último año».

Pese a ello, consideró que fueron «sensatos, conscientes y realistas con la situación del país» y apuntó que diseñaron un programa económico que da «estabilidad, que devuelve al Estado su eficiencia, su efectividad y que mantiene la dolarización», en vigor desde 2000.

Editor de la publicación político-económica Análisis Semanal, Acosta Burneo cree que el Gobierno logró mantener una economía en crecimiento (3 % en 2017), basado «en fuerte endeudamiento», estrategia que considera «insostenible».

Defiende que para impulsar la economía, el Gobierno se tiene que enfocar en el sector privado, en más producción, «y no insistir en la estrategia de mucho gasto público que impulsa el consumo».

Por ello, opina que el «gran desafío» del Gobierno será lograr que la economía siga creciendo pero no impulsada por el endeudamiento público pues «el Estado tiene una situación fiscal muy precaria», con un déficit fiscal que «para este año probablemente bordee entre los 7.000 y 8.000 millones de dólares».

El jefe de Estado sostiene que en sus primeros doce meses de desempeño devolvió «el rumbo correcto a la economía», junto a la apertura de negocios con diversos países y una atención especial a uno de sus principales motores, el sector privado.

Un sector al que le ha hecho un guiño con la designación de Richard Martínez, un empresario de derechas como ministro de Economía, y grupo que se podría favorecer con un proyecto de ley que Moreno envió a la Asamblea para fomentar la productividad, atraer inversiones y generar empleo, entre otras medidas.

El analista resalta los esfuerzos del ministro de Comercio, Pablo Campana, por abrir el abanico de negocios de Ecuador en el mercado internacional, pero subraya que «en el fondo, la única manera de tener confianza es solucionar los problemas de fondo del país», como el asunto fiscal.

Mientras no se ponga en orden las finanzas públicas, se mantendrá la incertidumbre empresarial sobre los mecanismos de los que podría echar mano el Gobierno para saldar las cuentas, señala Acosta Burneo, máster en economía por la Universidad de Nueva York.

El también catedrático universitario, insiste en que el Gobierno debe «poner en orden la casa en temas económicos para poder generar confianza en el sector privado».

«Estamos en una situación de mejorías, evidentemente, pero que requiere de hechos concretos para que sea una mejoría estable en el ritmo de inversión», insiste.

Cree indispensable nueva inversión para generar más producción y afrontar así uno de los problemas más «críticos»: el desempleo, pues -señala- «a marzo de este año, apenas 50 de cada 100 (personas de la población económicamente activa) tiene un empleo adecuado». EFE

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