Las autoridades de Costa Rica desarticularon hoy una banda dedicada al tráfico de drogas, en la cual operaba un policía, dos exguardacostas y cuatro guardacostas, quienes se asociaron con narcotraficantes de Colombia y Ecuador.
La Fiscalía en conjunto con la Policía de Control de Drogas realizó un operativo con 28 allanamientos que permitió la captura de 24 sospechosos de conformar la organización narcotraficante. Las autoridades explicaron que durante el desarrollo de la investigación, al grupo se le ha decomisado aproximadamente ocho toneladas de cocaína y 950.000 dólares. Exoficiales líderes de la banda Los líderes son dos exoficiales de guardacostas identificados con los apellidos Carvajal Duarte y Carvajal Corrales. Además, entre los detenidos está un oficial de la Fuerza Pública, de apellidos Corrales Araya. «Ellos hace más de cinco años fueron funcionarios del servicio de guardacostas y son los que lideran esta organización (…) en concreto lo que hacía era recibir la droga, en alta mar, para introducirla al país, la guardaban en fincas y luego la entregaban a los dueños para que la droga siguiera su camino», explicó en unas declaraciones la fiscal general, Emilia Navas. Funcionarios actuales dentro de la banda de narcotráfico También figuran entre los arrestados cuatro funcionarios actuales del Servicio Nacional de Guardacostas identificados como Martínez Obando, López Cortés, García Peraza y Mora Quesada. La investigación, que inició a finales del 2015, se enfocó en la operación de un grupo criminal que se habría dedicado a brindar servicio a grupos narcotraficantes de Colombia y Ecuador. Los sospechosos hacían uso de embarcaciones pesqueras o lanchas rápidas de bandera costarricense, en las cuales se encargaban de recoger la mercancía ilícita en determinados puntos, en mar abierto, para luego trasladarla a fincas ubicadas en la localidad de Puerto Jiménez (zona sur). Posteriormente, entregaban las sustancias ilícitas a los dueños para que estos las llevaran al norte del continente. En algunas ocasiones, el pago que recibía la banda costarricense era cocaína, la cual vendían en diferentes zonas del país. Una vez en el país, la banda comercializaba los cargamentos producto de la remuneración, principalmente en la zona sur y el área metropolitana. Los guardacostas también habrían colaborado con la organización facilitándoles información respecto a las acciones y operativos que desarrollarían los cuerpos de policías, para así evitar que detectaran los traslados de las drogas o sus sitios de almacenaje. «Nosotros esta investigación la iniciamos desde el año 2015 y estábamos muy interesados porque vamos a ser implacables cuando en organizaciones criminales estén vinculados funcionarios públicos», destacó la fiscal Navas. El Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica informó que los integrantes de la organización se dedicaban a la compra de propiedades, maquinaria pesada, ganado y vehículos de lujo, con el dinero producto del narcotráfico. La Administración para el Control de Drogas (DEA) de los Estados Unidos, así como autoridades de Ecuador y Colombia participaron en el proceso de investigación. EFE