“Aquí estoy, no me ha vencido”, dijo Jorge Palacios, ciudadano de 51 años que colocó una denuncia de supuesto abuso sexual contra un conocido sacerdote de la ciudad de Cuenca y del cual había sido víctima desde los 5 años, cuando se encontraba en la primaria.
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El caso se dio a conocer semanas atrás cuando el sacerdote, acusado, habría sido elegido para recibir un importante reconocimiento por parte del Municipio de Cuenca.
Tatiana Palacios, hija de la presunta víctima, comentó que la denuncia contra el agresor fue colocada en el 2010, sin embargo esta prescribió y la justicia “jamás llegó”.
Además, comentó que se volverá a realizar el trámite porque su padre no fue la única víctima de estos abusos y se presume que entre las otras víctimas estaría su hermano, quién se suicidó.
“Mi padre fue abusado desde los cinco hasta los 15 años y de acuerdo a su confesión, no fue el único”, dijo la hija de Palacios.
Por su parte la Arquidiócesis de Cuenca, dijo que se encuentran prestos a escucharlos e iniciar las indagaciones previas.
“Lo que determina la iglesia en estos casos, es la suspensión del sacerdote, pero el Padre Cesar C., por su estado de salud no cumple esta función, por su delicado estado de salud”, agregó Joffre Astudillo, Secretario de Curia de Cuenca.
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Adrián Rojas, fiscal Provincial el Azuay, explicó que el caso se encuentra prescrito al haberse cometido el presunto delito hace más de 50 años.
“No fui el único, fuimos varios los niños a los que nos engaño y abusó”.
Detalles del presunto delito
• En el 2010 se presentó por primera vez la denuncia de abuso por parte de la familia Palacios.
• La infracción se cometió hace más de 50 años.
• Enrique Pozo, actual Rector de la Universidad Católica de Cuenca, manifestó que en el 2010 se presentó una denuncia en la Junta Cantonal de Derechos, el expediente se encuentra archivado.
DATOS
5
años tenía la presunta víctima de abuso sexual. El agredido comenta que hasta los 15 años sufrió estas agresiones junto a otros niños más.
8
años ha sido archivado este caso, que a decir de la familia Palacios, la Junta Cantonal de Derechos, conocía del caso y no se habría dado la importancia necesaria.
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