Cuando la llama del amor se va apagando la ruptura se ve a la vuelta de la esquina, se evidencian comportamientos como ignorarse y comportarse de manera muy individualista. Los planes en pareja se van quedando rezagados.
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Según los expertos, cuando una relación de pareja se va a la deriva suelen presentarse los siguientes ocho hábitos:
- Ignoran las necesidades básicas de su pareja
La psicóloga Anne Crowley asegura que cuando la pareja están al borde de la ruptura, “surge un resentimiento profundo hacia el otro. Como resultado, estas personas tienden a centrarse en sus propias necesidades ignorando las de su pareja, con frases como ‘Estoy haciendo esto por mí’ o ‘Me voy a centrar en mí de una vez por. Esto resulta problemático, dado que supone un abandono de la.
- Adoptan una actitud sarcástica
Según las investigaciones de John Gottman, experto en terapia de pareja, el desprecio es una señal peligrosa de que la relación va por mal camino. Se trata de un sentimiento de aversión y superioridad hacia tu pareja. Algunos signos de que estas actuando así es, sonreír con burla, ser sarcástico o reírse cuando la pareja está preocupada. El desprecio se manifiesta ignorando, burlándote o denigrando a tu pareja por creer que eres superior a él o a ella.
- Ya no hablan como antes
A menudo, una pareja experimenta cambios en la comunicación. Esto puede manifestarse de distintas formas y afectar a la frecuencia y al contenido de las conversaciones. Hay parejas que empiezan a evitar temas más profundos y serios, mientras que otras sienten que ya no hacen bromas y que todas las conversaciones se vuelven excesivamente intensas o acaloradas.
- Ya no hacen planes de futuro juntos
Cuando las parejas dejan de conversar sobre planes a largo plazo, es una señal de que ya no ven futuro en esa relación. Puede que lo hagan de forma totalmente inconsciente, pero tienden a centrarse en sobrevivir en el presente en lugar de emocionarse por un futuro juntos
- Quieren ganar todas las discusiones
Las parejas que están destinadas a romper tienden a adoptar una actitud competitiva. Cada individuo se centra en ‘ganar’. Todos los problemas o posibles desacuerdos se convierten en una pelea a muerte. Darse cuenta de que la relación está llegando a su fin aumenta la ansiedad y los sentimientos de inseguridad, por lo que las personas tienden a luchar por su integridad y autoestima.
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- Ya no se saludan ni se despiden
Cuando una pareja está a punto de romper, no solo dejan de lado los detalles, como regalar flores, decir ‘te quiero’ y gestos similares, sino que también dejan de decirse ‘hola’ y ‘adiós’. A menudo, la pareja evita iniciar una conversación o responder a un gesto tan simple como decir ‘Buenos días’. Es como si la otra persona ni siquiera estuviera ahí: se ignoran mutuamente.
- Toman decisiones importantes sin consultarlas con su pareja
Las parejas que se están planteando romper tienden a tomar decisiones de forma unilateral. Dejan de tener en cuenta los pensamientos y sentimientos de su pareja y no buscan o aceptan la opinión del otro. En mi consulta, tiendo a estar atento a cuando un miembro de la pareja emplea el pronombre ‘Yo’ en lugar de ‘Nosotros’.
- Ya no tienen energía para discutir
Algunas de estas parejas sentirán que aumentan las discusiones, mientras que otras verán que ya nunca discuten. Esto puede deberse a que uno o los dos han tomado la decisión interna de terminar la relación, por lo que sienten que carece de sentido discutir o hablar de lo que les gustaría modificar.