Los familiares de los miembros del equipo periodístico del diario quiteño El Comercio secuestrados hace ocho días pidieron hoy la intervención del papa Francisco para conseguir su liberación.
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Los familiares, arropados por un pequeño grupo de periodistas, acudieron a la Nunciatura para entregar una misiva a monseñor Andrés Carrascosa, y en ella un llamamiento a la intervención del pontífice.
«Presentamos unas cartas dirigidas al Sumo Pontífice para solicitar su ayuda, su intermediación», dijo a Efe Ricardo Rivas, hermano del fotógrafo Paul Rivas.
Los tres secuestrados -un periodista, un fotógrafo y el conductor- desaparecieron el lunes pasado en la zona fronteriza con Colombia, y un día después el Gobierno ecuatoriano confirmó que habían sido secuestrados.
Desde entonces, las familias han exigido una acción más enérgica por parte de los Gobiernos de Quito y Bogotá, y sus compañeros periodistas han generado una campaña internacional para conseguir su liberación.
Hoy, la campaña se vio sorprendida por la publicación de un video en el que los secuestrados, atados con cadenas, exponen las condiciones de sus captores para ser liberados, entre ellas la de que el presidente Lenín Moreno libere a tres de sus compañeros «detenidos en Ecuador».
Frente a la conmoción que han causado las imágenes, Rivas destacó que «la comunidad y el país están unidos con un sólo fin: que sean liberados».
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«El Nuncio se ha comprometido a enviar el documento, (nos ha dicho) que mañana va a estar en el escritorio del Sumo Pontífice, y lógicamente tenemos que esperar a ver qué decisión toma», puntualizó.
En un fragmento de la grabación difundida hoy por la cadena colombiana RCN, el periodista Javier Ortega, de 32 años, manifiesta que los secuestradores forman parte del Grupo Armado residual ‘Oliver Sinisterra’, al mando de Walter Patricio Artízala Vernaza, alias «Guacho», y que antes era parte de la columna Daniel Aldana de las FARC.
Rivas señala en ese sentido que su objetivo con esta carta y con la campaña es «llegar a la sensibilidad» de los secuestradores, y aseguró que este es un problema «nacional».
También pidió al Gobierno colombiano que tome cartas en el asunto e intervenga.
«Exigimos que el Gobierno colombiano se inmiscuya en este asunto que no nos corresponde y nos ayude a la liberación de nuestros tres familiares», dijo.
El jueves, las familias han convocado una misa por los tres secuestrados en la Basílica del Voto Nacional, y el viernes en la Iglesia de San Francisco, dos de los centros de culto más emblemáticos de Ecuador.
EFE