Los fanáticos de los deportes sobre nieve en Rusia quedaron perplejos luego de encontrarse con el típico manto blanco de Sochi de color naranja.
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El drástico cambio fue causado por una tormenta de arena que se desplazó desde el desierto del Sahara en el Norte del África y se abrió paso a través de Grecia hasta las frías tierras lideradas por Vladimir Putin.
“El frente llegó desde el mar Mediterráneo, la isla de Creta y el norte de África, donde se han registrado tormentas de arena. Las partículas de polvo se condensaron en la atmósfera y cayeron precipitaciones coloreadas”, explicó a los periodistas Andréi Bóndar, jefe del Centro Meteorológico de la región de Krasnodar, según cita Debate.
No obstante, a pesar de ser un fenómeno natural surgieron diversos rumores a través de redes sociales que hablaban de residuos tóxicos en la zona.