Una patrulla de la Marina vigila la carretera que une San Lorenzo con Mataje. Ellos impiden el paso de cualquier persona hacia la parroquia fronteriza con Colombia, donde ayer fueron atacados sus compañeros, dejando tres muertos y ocho heridos.
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«Es por su seguridad, no pueden pasar a Mataje», contesta un soldado que pide no publicar su nombre.
Él cuenta que en este momento la comunidad es vigilada por infantes de Marina, que sus habitantes están protegidos, pero una buena parte decidió salir y buscar refugio en otros lugares.
Los uniformados no conocen detalles de cómo fueron atacados sus compañeros, pero dicen que el día anterior, el lunes, hubo disparos en el redondel que une el Mataje nuevo y el poblado antiguo.
Los cuerpos de dos de las víctimas de esta agresión fueron trasladados hasta Guayaquil, el restante tendrá su funeral en San Lorenzo.
En el hangar de la Aviación Naval de Guayaquil se espera el arribo de los cuerpos. Se prevé que el avión aterrice después de las 09:00.
De ahí, serán trasladados a la Infantería de Marina en la base San Eduardo donde les rendirán honores. Los féretros del marinero Sergio Jordán Elaje Cedeño, oriundo de Milagro, y del Cabo Segundo, Jairón Estiven Sandoval Bajaña, de Guayaquil, son esperados en el Puerto Principal.
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En otras zonas aledañas a San Lorenzo los controles se incrementaron. Así ocurre en los sectores de Limones y Lita, ubicados a más de 100 km de San Lorenzo. Allí las patrullas revisan minuciosamente todos los vehículos que circulan por la carretera, para evitar el tráfico de cualquier artefacto y substancia ilegal.
Fuente: El Telégrafo