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Cómo ser madres y crear un emprendimiento para seguir trabajando en Ecuador

El panorama laboral para las profesionales y madres sigue siendo poco alentador en Ecuador, donde abundan las que se ven obligadas a abandonar sus puestos de trabajo al no poder compaginar largas jornadas con el cuidado de sus retoños tras la baja de maternidad.

Isabel Jácome tenía una exitosa carrera en una multinacional hasta que nació su bebé y el desafío de combinar su vida profesional con su faceta de madre, dificultad en la que gestó un emprendimietno que ahora ofrece una salida flexible a muchas mamás ecuatorianas.

Y es que el panorama laboral para las profesionales y madres sigue siendo poco alentador en Ecuador, donde abundan las que se ven obligadas a abandonar sus puestos de trabajo al no poder compaginar largas jornadas con el cuidado de sus retoños tras la baja de maternidad.

Fue el caso de esta arquitecta de 33 años, y el de María Cecilia Holguín, 32 y licenciada en Comunicación, que rechazaron ser esclavas del ritmo impuesto por su labor profesional tras convertirse en progenitoras y decidieron lanzarse a la aventura motivadas por su propia experiencia.

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«Yo era de las personas que cuando había una entrega de arquitectura trabajaba literalmente de sol a sol y claro, la vida cambia con un hijo», refiere a Efe Jácome, quien renunció a su plaza en una importante multinacional.

Su socia Holguín siguió el mismo camino después de la gestación y ambas abrieron en noviembre de 2016 una página en Facebook tras elaborar un estudio de mercado sobre la posibilidad de crear una bolsa de trabajo para mamás con empresas interesadas.

Ya conocían experiencias similares en México, Estados Unidos y Reino Unido, pero en el mercado ecuatoriano no había nada parecido.

Y la respuesta fue abrumadora, a la semana tenían un millar de madres pidiéndoles trabajo y hoy en día son gerentes de la empresa «Lila Working Moms», que ha hecho de la modalidad de trabajo flexible su emblema, al que suman dosis de empoderamiento femenino.

«Lila es producto de una noche de lactancia», revela entre risas una de sus fundadoras al mostrar un cuaderno corporativo del mismo color y que representa, según explican, feminidad, equilibrio, liderazgo e independencia.

Ambas llegaron a la conclusión de que se podía ser madre, trabajar y conciliar ambas cosas, pero sobre todo, que había mucha demanda.

«El porcentaje de mamás que son felices sin flexibilidad laboral y trabajando mucho es bajo, como (también lo es el de) mamás felices a tiempo completo. La mayoría necesitamos el balance», explica Jácome, madre de un niño de 3 años y embarazada de su segundo hijo.

Al comenzar el emprendimiento sintieron «una presión muy fuerte de parte de las mamás» y se aventuraron a sondear a empresas amigas.

En la actualidad tienen registradas 75, fundamentalmente Pymes, donde «es más fácil tomar decisiones», en campos tan diferentes como seguros, comunicación, arquitectura, eventos o trabajo social.

«Nos ha ido bien, el primer año publicamos 30 vacantes en modalidad flexible y buscamos trabajo a 25 mamás», apunta la emprendedora.

La mayor parte de los 4.000 perfiles que aglutinan son de mamás profesionales entre 25 y 40 años y toda condición, desde las primerizas, hasta las que desean regresar al mercado con hijos ya universitarios, lo que les ha conducido a plantearse abrir el campo.

«Montamos una bolsa de trabajo para mamás porque nos dijimos que la flexibilidad laboral es el futuro, pero pensamos incluir también a milenials, padres solteros, etc», indica Holguín.

En sus reuniones de trabajo aplican el mismo principio y suelen juntarse en el equipo con sus respectivos bebés, y si alguna no puede acudir, lo hacen por videoconferencia.

Lila ofrece tres servicios: una bolsa de trabajo flexible para mamás, asesoría a empresas con sugerencias sobre medidas de flexibilidad laboral y conciliación familiar, y una red de beneficios con las que apoyan a las madres en su día a día.

Convencidas de que «cualquier trabajo puede ser flexible» en la actualidad, especialmente gracias a las nuevas herramientas tecnológicas, defienden que este planteamiento «no es utópico» en el país, aunque de momento los ejemplos sean muy puntuales.

«La tendencia está yendo hacia ese lado: crear modalidades de trabajo flexibles que te den esta oportunidad de tener un balance familia-trabajo y que la productividad para las empresas también sea mayor», apunta Jácome.

Su compañera sostiene que pese a ser una lucha universal, «en las empresas no debemos ser vistas como ese talento más costoso, sino por el lado productivo y eficiente» y lo argumenta en que «cuando te haces mamá te vienen un montón de cualidades así de la nada con el bebé, que nos obliga a poder hacer muchas cosas a la vez».

Fuente: EFE

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