El Deportivo La Coruña se ha alineado con la petición del fiscal en el escrito de acusación que ha presentado por el presunto amaño del partido entre el Levante y el Zaragoza en 2011.
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El resultado de este partido llevó al conjunto gallego a Segunda División después de veinte temporadas consecutivas en la élite y por el que pretende conseguir una indemnización.
Fuentes próximas al club coruñés han confirmado confirmaron a EFE que el Deportivo, en la misma línea que la Fiscalía, pide penas de dos años. En principio no implicarían el ingreso en la cárcel, contra los futbolistas, técnicos y directivos investigados, así como una inhabilitación de seis años y multa.
Es el camino que ha emprendido el club con el objetivo último de conseguir una indemnización por los daños que produjo su descenso a Segunda División en 2011 como consecuencia del resultado de aquel partido presuntamente amañado.
En este sentido, el escrito de acusación del Deportivo recoge que presentará una prueba pericial para concretar el perjuicio económico que supuso para el club la pérdida de la categoría.
El Deportivo ejerce acciones en este caso desde octubre de 2014, con Tino Fernández ya como presidente, y se ha visto inmerso en una curiosa circunstancia, ya que uno de los investigados es su actual entrenador del filial, Gustavo Munúa.
El Deportivo respeta la presunción de inocencia y brinda a Munúa la oportunidad de defenderse, indicaron a Efe las mismas fuentes, por lo que el técnico, que suplió en noviembre a Cristóbal Parralo en el banquillo del segundo equipo, seguirá en su puesto.
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EFE