La vicepresidenta de Ecuador, María Alejandra Vicuña, afirmó este 20 de febrero ante la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), que «ninguna ley cambiará nada si no se cambia la cultura del patriarcado».
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En representación de su país, Vicuña participó en la sesión especial del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos, en la ciudad de Washington D.C., Estados Unidos, donde intervino en un panel de alto nivel titulado «Cerramos la brecha en los derechos de la mujeres».
En este marco expuso los progresos y retos que la nación andina afronta en relación a la garantía y protección de los derechos humanos de las mujeres ecuatorianas, y alertó de que, «aunque grandes son los avances, grandes son aún los desafíos».
«Ecuador en los últimos 10 años ha alcanzado importantes logros para la justicia social y la igualdad: universalizamos la educación básica, incrementamos el acceso de las niñas y mujeres adolescentes al bachillerato, ampliamos la cobertura de la seguridad social a las trabajadoras remuneradas y no remuneradas del hogar», defendió Vicuña.
Subrayó que «la extrema pobreza por ingresos de las mujeres disminuyó en nueve puntos porcentuales», y que la erradicación de la violencia contra las mujeres es una prioridad nacional impulsada por el presidente, Lenín Moreno, que se plasmó en un proyecto de ley que fue aprobado en enero por la Asamblea Nacional.
Establecida en 1928, la CIM está constituida por 34 delegadas, una por cada Estado miembro de la OEA (todos los americanos menos Cuba), y se ha convertido en el principal foro de debate y formulación de políticas sobre los derechos de las mujeres e igualdad de género en el continente.
Su presidenta y ministra peruana de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana María Choquehuanca, centró su discurso en la violencia contra las mujeres y recordó que 14 países de la región tienen «tasas de feminicidios que están entre las más elevadas del mundo».
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«Exhortamos a los países (de la OEA) a trabajar para llevar adelante los objetivos que nos convocan, para acabar con esa violencia que ocasiona daños e introduce desventajas para las mujeres», dijo Choquehuanca ante los embajadores de la OEA en un Consejo protocolario celebrado hoy en la sede de Washington.
La ministra peruana señaló asimismo las «altísimas tasas de impunidad» en la violencia contra las mujeres y «los muchos casos que no llegan a ser denunciados».
Por su parte, la vicepresidenta y ministra de Exteriores de Panamá, Isabel de Saint Malo de Alvarado, llamó a «redoblar los esfuerzos para aumentar la participación de la mujer en el sector productivo», recordó que «las mujeres siguen llevando la principal carga en los hogares» y, por eso, «tienen más difícil insertarse en la economía».
La segunda vicepresidenta de Costa Rica, Ana Helena Chacón, se refirió a la «feminización de la pobreza» como común denominador en la región, y subrayó que 1 de cada 3 mujeres no tiene ingresos propios.
La jueza de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) Elizabeth Odio Benito lamentó que a la CIM «a veces no se la tiene tan en cuenta en el sistema interamericano», pero remarcó que «ha sido fundamental en estas luchas» por los derechos de la mujer.
«Cuando todavía no existían las Naciones Unidas, ni la Declaración Universal de los Derechos Humanos, cuando estábamos muy lejos de tener una Corte Interamericana, ya estaba la CIM, desde 1928, mujeres que tuvieron que pelear para que las dejaran hablar», recordó.
«Estamos sobrerepresentadas en la pobreza, pero no en los organismos políticos ni nacionales ni internacionales», indicó la jueza.
Y, en otro pasaje de su aplaudido discurso, señaló que «cuando encuentren un bebé en una iglesia y no busquen a la madre sino al padre, ese día se habrá cumplido el objetivo de la Comisión».
La reconocida activista indígena de Guatemala Otilia Lux de Cotí cerró el debate pidiendo que «ninguna mujer se quede atrás». EFE