El expresidente ecuatoriano Rafael Correa (2007-2017) retornó hoy a Bélgica, tras permanecer en su país por un mes y dirigir en persona la campaña contra la consulta popular impulsada por su excorreligionario y actual mandatario Lenín Moreno, con quien mantiene una agria pugna política.
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Su regreso a Bélgica, no obstante, ha dejado sensaciones divididas entre los ecuatorianos, algunos de los cuales hubiesen preferido que no se marche para verle en el banquillo de los acusados por supuestos casos de corrupción, y otros que quieren que no vuelva jamás.
Sus seguidores, muchos de los cuales fueron a despedirle desde las afueras del aeropuerto de la ciudad de Guayaquil (suroeste), le pidieron que retorne «más temprano que tarde», según escribieron en redes sociales.
El propio Correa, en su cuenta de Twitter escribió: «Algunos querían que no me dejen salir del país, sólo por su odio, porque no hay razón alguna. Otros, igual de perversos pero más inteligentes, piensan no volver a dejarme entrar. Para eso también fue la Consulta», añadió.
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Según él, sus opositores, ahora oficialistas, «saben que sin sus trampas, los barreríamos en las elecciones».
Y es que, pese a la derrota en las urnas, Correa ha reivindicado el hecho de que su movimiento Revolución Ciudadana (RC) actuó solo en la campaña electoral, mientras que Moreno tuvo apoyo de varios grupos de derechas, de centro, de izquierdas y de grupos sociales.
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Por ello, los «correístas» dicen que el exmandatario obtuvo un 33 por ciento de apoyo en las urnas, que en promedio sacó el No en el referendo y consulta popular, frente al 68 por ciento del Sí de Moreno, que fue apoyado por varios frentes.
Tras la salida del país de Correa han proliferado en la red mensajes de aliento de sus seguidores como la legisladora Marcela Aguiñaga, quien en su cuenta de Twitter dijo al exmandatario que siempre sería bienvenido a su país.
Correa regresó a Ecuador el pasado 5 de enero para dirigir en persona la campaña por el No a la consulta popular.
El exmandatario reside desde mediados del año pasado en Bélgica (tras entregar en mayo el poder a Moreno, entonces su correligionario) de donde es oriunda su mujer, Ann Malherbe.
En el proceso electoral del pasado domingo impulsado por el presidente Moreno, venció el «Sí» en siete preguntas vinculadas con la lucha contra la corrupción, la anulación de la reelección, la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana, la lucha contra la pederastia y la imposición de restricciones a la minería descontrolada.
Además, la anulación de la ley de plusvalía y la reducción del área de explotación petrolera en el Parque Natural del Yasuní.
Fuente: EFE