Un hombre de 31 años estuvo a punto de perder su vida después de herirse tras hacer crujir sus nudillos.
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De acuerdo con RT, Antoine Boylston estaba trabajando en Lexington (Kentucky, EE.UU.) cuando hizo crujir sus nudillos y se abrió una herida que tenía en un dedo.
Al principio pensó que se había roto el dedo meñique de la mano derecha por el dolor que sentía. Pero más tarde ese día se sintió tan mal que fue al hospital.
«Cuando llegué, mi mano derecha había empezado a oscurecerse y a hincharse», contó. Al verlo, los médicos lo llevaron al quirófano para hacer una biopsia de piel y pocas horas después le dijeron que tenía bacterias mortales que le devoraban por dentro.
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Los facultativos dijeron que su hábito de crujir los nudillos desencadenó la infección, ya que agravó una costra que ya tenía en la mano. Le hicieron una cirugía de emergencia con el brazo abierto desde el codo hasta el dedo para poder cortar la infección.
«Todo ese tiempo pensé que solo tenía un dedo roto que me estaba haciendo sentir mal del estómago», dijo. «No fue hasta que desperté de la cirugía y me dijeron que tenía fascitis necrosante cuando me di cuenta de la gravedad de la situación».
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«Pensé que las bacterias carnívoras era algo que le pasaba a la gente en las películas, y no por crujir demasiado sus nudillos. Lo hacía frecuentemente y no pensaba en nada de eso, pero ahora voy a vivir para arrepentirme de ello», confesó. Según Boylston, terminó pareciéndose ‘a un zombi’ como resultado de la infección bacteriana que afectó al tejido debajo de su piel, así como a los músculos y órganos circundantes.
La infección se había extendido a través de su mano casi hasta el codo. «Los médicos me advirtieron que podía perder la mano, pero si hubiera esperado mucho más podría haber perdido todo el brazo o incluso haber muerto», explicó Boylston, quien pasó una semana en cuidados intensivos y fue sometido a una segunda ronda de cirugía y de corte del suministro de sangre a sus dedos para detener la propagación de la infección.