La facción leal al expresidente Rafael Correa, que ha hecho campaña por el no al referendo y consulta popular celebrada este 4 de febrero en Ecuador, considerará una victoria si sigue contando con el voto de sus bases del 30 por ciento, según declaró a Efe la asambleísta Gabriela Rivadeneira, mano derecha del dirigente.
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«Si garantizamos ese 30 por ciento, es un gran logro y una victoria de la Revolución Ciudadana porque aún con todas las fuerzas políticas de oposición y los medios de comunicación monopólicos al unísono del sí, habremos logrado con el no mantener esa base dura», manifestó en una entrevista con Efe en Quito.
Reconoció asimismo que menos del 20 por ciento de los apoyos supone una derrota para sus seguidores.
Tras votar en la circunscripción de Otavalo (norte), donde está inscrita, la asambleísta se desplazó a la capital ecuatoriana para esperar los resultados de una consulta y referéndum que los correístas consideran inconstitucional tanto en la forma en que fue presentado, así como en algunas de sus preguntas.
«Siendo muy reales, a lo que nosotros hemos aspirado desde el inicio de esta consulta era (mantener) el voto duro de la Revolución Ciudadana durante estos diez años», refirió la política.
Para Rivadeneira, la materialización de un resultado del no en las preguntas 2, 3 y 6, «es el indicador más real de cuál va a ser para nosotros la diferenciación de la votación».
La segunda pregunta del referéndum, que implica una reforma constitucional, propone la eliminación de la reelección indefinida «para que todas las autoridades de elección popular puedan ser reelectas por una sola vez para el mismo cargo» y es interpretada como un intento de impedir que Correa regrese al poder después de una década de gobierno.
La tercera, también requiere enmendar la Carta Magna y propone la reestructuración del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, «así como dar por terminado el periodo constitucional de sus actuales miembros».
Se trata de un órgano de control social que según los críticos del Ejecutivo anterior, se convirtió en herramienta del correísmo.
Por último, la número seis, que forma parte de la consulta popular y de ser aprobada conllevaría a la modificación de la legislación, supone la derogación de la «ley de plusvalía», promovida por Correa para impedir la especulación urbanística pero que terminó frenando el sector de la construcción.
La asambleísta, cuyo nombre junto al del excanciller Ricardo Patiño suena para liderar el movimiento Revolución Ciudadana, facción escindida del oficialista Alianza País, que lidera el presidente actual, Lenín Moreno, rehusó pronunciarse acerca de si liderará el nuevo partido.
Precisó que Rafael Correa regresará el martes, 6 de febrero a Bélgica y continuará implicado en el desarrollo de la nueva formación de izquierdas.
Acerca de las denuncias que su facción elevó a organismos como la OEA o Unasur sobre la inconstitucionalidad de la consulta y de la vulneración del debido proceso en campaña, Rivadeneira dijo que «fueron receptadas» y que esperan los informes y pronunciamientos sobre la cuestión.
Fuente: EFE