En la isla de Santa cruz, dentro del Parque Nacional Galápagos, se conservan 12 especies de tortugas de gran tamaño. Con una longitud de metro y medio y peso de 225 kilos se convierten en animales únicos en el mundo.
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Para que las tortugas sean liberadas en su ambiente el caparazón debe medir entre 23 a 25 centímetros. Para la sobrevivencia de estos reptiles deben pasar su infancia en cautiverio.
“Aquí se las mantiene con algo de hambre. Cuando estén en estado silvestre, van a tener hambre y tendrán que buscar alimento”, explica Walter Bustos, director del Parque.
Con esta tercera camada se suman 120 ejemplares de Chelonoidis, tortugas de gran tamaño, nacidas en cautiverio.