La Cámara de Comercio de Guayaquil publicó un comunicado en el que criticó la reducción de tarifas eléctricas propuesta por el Gobierno Nacional.
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En el documento se asegura que la reducción de tarifas ‘se quedó corta’ en relación a incrementos previos que ha sufrido en años anteriores la misma tarifa.
En general, la principal crítica es que en el nuevo pliego se reducen las tarifas eléctricas para el sector industrial principalmente en los horarios en los que hay menor demanda energética. Así, en el horario nocturno (10pm a 8am) la tarifa se redujo 33% ($0.025 por kw/h), mientras que durante el día (8am a 10pm) la tarifa se redujo 3% ($0.003 por kw/h). «El beneficio para el comercio será mínimo puesto que es una actividad principalmente diurna», describe el comunicado.
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Además, se detallaron 5 razones por las cuáles se insistió en que a su consideración la reducción no habría dado vasto a las exigencias de la industria:
- Reducción tarifaria a media llave: las tarifas se incrementaron 20.4% desde 2014.
- La mitad de la capacidad de generación no se utiliza. Tras la construcción de los proyectos hidroeléctricos, la potencia instalada al día de hoy es de alrededor de 8,226 MW. Es decir, el 50% de la capacidad energética instalada está parada porque no existe mayor demanda.
- Caída en el consumo eléctrico evidencia nuevo apagón en la producción. Las últimas cifras de facturación eléctrica en el sector industrial y comercial registran una desaceleración desde mediados de 2017. En los últimos 6 meses el consumo acumulado de energía de ambos sectores se contrajo en 6% respecto al mismo periodo de 2016.
- Incentivos energéticos no pueden ser aprovechados sin medidas laborales complementarias: La reducción de la tarifa más significativa se da en el horario nocturno donde existe un recargo laboral que va hasta el 100% por hora trabajada.
- MiPymes y Comercio no podrán beneficiarse de la reducción de tarifas nocturnas. Por la recesión muchas empresas de estos segmentos funcionan por debajo de su capacidad productiva y no ven necesidad de producción nocturna. Mientras que el comercio es una actividad diurna, donde la reducción no es significativa
