Un total de 89 animales, todos producto del tráfico de animales silvestres, fueron liberados por el personal del Zoológico de Quito en Guayllabamba en 2017.
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Este grupo es parte de los 369 animales que recibió el Zoológico el año pasado, una cifra que evidencia el grave peligro que afronta la fauna silvestre del país.
Entre las especies rescatadas constan: 81 tortugas de cuatro especies diferentes, 69 loras y guacamayos, 31 zarigüeyas, 28 quilicos, y 13 monos de cinco especies diferentes.
Animales propios de los ecosistemas cercanos a Quito, como las zarigüeyas, lechuzas de campanario o quilicos, son liberados una vez que se confirma su estado de salud y se verifica la capacidad del animal para desenvolverse. También son devueltos a su hábitat aquellos que han sido recientemente extirpados de su entorno y deben ser regresados de manera inmediata a bosques nublados o bosques húmedos tropicales para evitar que se acostumbren al ser humano.
En cambio, los animales propios de ecosistemas amazónicos o de la costa son entregados a centros de rehabilitación y rescate como Yanacocha en el Puyo, donde se efectúan programas de rehabilitación para monos y aves. Hasta allá han ido en este año Guacamayos, loros, monos chichicos y leoncillos.
Existe un nivel elevado de incertidumbre respecto a los procesos de reinserción de animales, luego de que estos han sido víctimas de tráfico. Sin embargo, el trabajo conjunto entre zoológicos y centros de rescate es esencial para asegurar el bienestar de los animales.
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