El momento esperado de cosechar el fruto de la siembra llegó para muchos arriesgados inversores que apostaron al bitcoin. Pero según reporta el periódico financiero The Wall Street Journal, el complicado sistema de seguridad creado para proteger las cuentas de los usuarios se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para aquellos interesados en cobrar finalmente sus valiosas monedas virtuales.
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La problemática que preocupa a los inversores se ha vuelto aún más apremiante durante las últimas semanas, luego de que la criptomoneda nacida en 2009 tocara un techo histórico de 20.028 dólares en Coincheck, uno de los mercados japoneses con mayor volumen de negocio.
El hecho se agrava aún más si se tiene en cuenta que, a diferencia de cuando se olvida una contraseña bancaria tradicional, en el caso del bitcoin no existe un número de atención al cliente para recibir asistencia.
El WSJ cita el caso particular de Philip Neumeier, quién compró 15 bitcoins en 2013 por un precio de alrededor de USD 260 la unidad. Su inversión inicial hoy está valuada en unos USD 300.000 pero al haber pasado tanto tiempo desde la adquisición, hoy lucha por recordar el password que le daría acceso a su cuenta para poder hacerse del dinero.
El artículo destaca que muchos inversores olvidadizos están recurriendo a métodos de hipnosis para intentar encontrar en algún sitio de su mente la contraseña olvidada, mientras que otras personas, al parecer, deciden tomar una estrategia más agresiva al utilizar súper computadoras capaces de descifrar el preciado código.
Pero recurrir a la tecnología podría no ser una alternativa infalible. Según consigna el medio económico, las máquinas que alcanzan un metro y medio de altura y son refrigeradas con enormes tanques de agua mineral para intentar luchar contra las altas temperaturas que generan sus procesadores, podrían demorarse siglos hasta dar con la combinación exacta de números, letras y símbolos.
«Probablemente tenga 332 años cuando la computadora logre encontrar el código olvidado, espero que el bitcoin siga valiendo algo para ese entonces» bromeó Neumeier en diálogo con el WSJ.
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Otro de los casos citados es el de Nick Testa, un productor de videos de San Francisco que compró bitcoin por un valor de USD 150 en 2014.
La inversión presume un valor actual de alrededor de USD 2.500 pero no puede acceder a ella dado que la billetera digital en la que almacenaba su bitcoin ha sido eliminada, producto de una limpieza generada sobre su antigua laptop.
«Realmente me estoy preguntando cómo no me preocupé más por cuidar el acceso a mi cuenta» compartió Testa. «Intentar recuperarla tres años después parece ser hoy una tarea imposible» agregó.
Realizar transacciones con una moneda digital como el bitcoin requiere de de dos «llaves», una de tipo pública y otra privada, y la combinación de ambas es la que permite que realizar las operaciones de compra y venta de forma segura y sin tener que recurrir a intermediarios, uno de los principales atractivos para aquellos que buscan prescindir de los bancos tradicionales.
Para entender la complejidad de las contraseñas, una llave privada podría estar compuesta de los siguientes números y letras:
E9873D79C6D87DC0FB6A5778633389F4453213303DA61F20BD67FC233AA33262.
Los expertos en seguridad informática aseguran que dicha combinación debe alcanzar tal nivel de encriptación dado que es la que brindará acceso a transferir o gastar los bitcoins y cualquiera que tenga acceso a ella podrá vaciar las cuentas del usuario con transacciones que no se pueden revertir o detener.
El reciente caso de un ciberataque que tuvo como objetivo el mercado surcoreano de criptomonedas Youbit, hizo que el precio del bitcoin se desplomara hasta un 15% tras tocar una nueva cotización récord.
Los ciberpiratas robaron cerca del 17% de las criptomonedas de una importante firma japonesa, lo que aumentó los temores sobre la vulnerabilidad del sistema.
Los clientes de la empresa, declarada en quiebra, perderán un cuarto de sus ahorros sin posibilidad de reclamarlos.
Según compartió Chainanalysis, una firma a cargo de monitorear el movimiento de los bitcoins alrededor del mundo, entre 2,8 y 3,8 millones de criptomonedas simplemente «se pierden», lo que representa aproximadamente el 23 por ciento del suministro total.
Alrededor de un millón de esas bitcoins perdidas en el ciberespacio serían propiedad del creador de la criptomoneda, el japonés Satoshi Nakamoto. ¿El valor actual del botín perdido? La nada despreciable suma de USD 17 mil millones de dólares.