Dos años, esta es el tiempo que tiene que esperar el robot Pepper para conocer a su nuevo hermano Lovot. El nuevo androide está en proceso de producción por parte de la compañía Groove X con el apoyo financiero de un fondo público-privado nipón, y su diseño y características serán presentadas en otoño del próximo año, explicó un portavoz de la empresa con sede en Tokio.
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Su padre es el ingeniero japonés Kamame Hayashi y afirma haber creado un robot doméstico preparado para “ transmitir emociones a sus propietarios y ofrecerles compañía”.
Este dispositivo pretende ir un paso más allá que otros autómatas, puesto que será capaz de «mejorar la vida» de sus propietarios, de «escuchar sus problemas» o de «consolarlos cuando lloren», según la empresa.
Lovot tendrá una talla inferior a 120 centímetros de Pepper, un diseño «sencillo» y una inteligencia «comparable a la de un gato» que le permitirá «entender parte del lenguaje verbal y del no verbal», explicó por su parte Hayashi.
El ingeniero nipón lideró el equipo que desarrolló al humanoide de facciones afables y anatomía curvilínea, pero tras el lanzamiento al mercado de Pepper y su fulgurante éxito comercial, decidió fundar su propia empresa.
Groove X ha recibido una ayuda financiera de 56,7 millones de euros procedente del fondo público-privado Innovation Network Corp y de otros consorcios y entidades niponas para desarrollar el androide de nueva generación.
La empresa ha logrado atraer esta financiación con un proyecto que, según afirma, cuenta con un gran potencial para ofrecer «apoyo emocional» y «alivio» a la sociedad nipona en el actual contexto demográfico de Japón.
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