El diputado liberal australiano, Tim Wilson, pidió el matrimonio a su pareja en el Parlamento justo después de que la cámara baja aceptara a trámite el proyecto para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
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Al iniciarse el debate, Wilson, del mismo partido que el primer ministro Malcolm Turnbull, dijo con la voz entrecortada: «queda solamente una cosa por hacer. Ryan Patrick Bolger, ¿quieres casarte conmigo?».
«Sí», le respondió Bolger, su pareja desde hace nueve años, quien se encontraba en la galería del público.
La cámara baja debate la propuesta legislativa, que se espera que sea aprobada antes de la Navidad, después de que el proyecto de ley recibiera la semana pasada el visto bueno del Senado.
La propuesta legislativa permite a los oficiantes de bodas religiosos a oponerse a celebrar estos matrimonios, pero lo impide en el caso de oficiantes civiles, tal como pedían varios diputados conservadores.
El debate parlamentario comenzó después de que más de un 61 por ciento de los australianos expresaran su apoyo a la legalización de estas uniones en una encuesta postal no vinculante convocada por Turnbull en cumplimiento de una promesa electoral.
Este resultado permitió la presentación del proyecto para reformar la Ley de Matrimonios de 1961, que fue modificada en 2004 para precisar que el matrimonio es exclusivo entre una mujer y un hombre.
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En diciembre de 2013, el Tribunal Superior anuló una ley que permitía las bodas de personas del mismo sexo en el Territorio de la Capital Australiana por considerar que contravenía la Ley Federal de Matrimonios de 1961.
Los estados de Tasmania y Nueva Gales del Sur también han tumbado propuestas similares en el pasado.