El día después de su boda, Brian Houston solo podía tocar la punta de los dedos de su esposa Evelia Reyes.
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Ambos contrajeron matrimonio el sábado en la línea fronteriza entre México y Estados Unidos.
Al día siguiente ya solo pudieron verse a través de las barras de metal que separan ambos países, sin posibilidad de abrazarse ni darse un beso.
Y es que la pareja que se conoció hace tres años en Tijuana, México, no puede estar junta debido a que Evelia, quien es mexicana, no tiene visa para viajar a Estados Unidos, país del que Brian es ciudadano.
Se casaron durante una de las aperturas humanitarias que se hacen en la frontera entre México y Estados Unidos en las cuales los miembros de familias separadas por la falta de documentos se reencuentran.
"Estuvimos buscando una manera de estar juntos. No queríamos rendirnos", dice Brian en conversación con BBC Mundo.
"La relación es muy fuerte. Teníamos un año viviendo separados, y nunca sabemos cuándo será la próxima vez que podremos vernos", explica.