Un niño de 10 años asistió en mayo pasado a la inauguración del parque acuático «Wave Water Park» en Dublin, cerca de San Francisco, California, acompañado de sus padres.
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Allí, el menor de edad sufrió un golpe que le provocó lesiones, por lo que la familia presentó esta semana una demanda contra el parque.
El accidente se produjo luego de que el niño se arrojara por el tobogán de agua «Emerald Plunge», de casi tres pisos.
Una de las personas que se encontraba al tope del tobogán captó el momento en que el joven despistó y terminó fuera del tobogán. Producto del hecho, el joven sufrió fuertes golpes.
El niño presentó heridas profundas en la espalda, hombro, brazos y piernas. Inmediatamente sus padres lo trasladaron a un hospital para que fuera atendido.
El abogado de la familia confirmó a la cadena NBC News las acciones legales que presentarán contra el parque.
Tras lo sucedido, el tobogán, y otra atracción cercana, fue cerrado «hasta que las autoridades de seguridad del estado den su aprobación para que la Ciudad los vuelva a abrir y operar nuevamente».
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Un portavoz reveló que las autoridades de la ciudad intentaron llegar a un acuerdo con la familia. Sin embargo, el abogado se negó a proporcionar información.