Camineras de adoquín decorativo, dos piletas, luminarias, jardineras, juegos para niños, instrumentos para crosfit y canchas de basket, son parte del inaugurado bulevar Amazonas, al norte de Quito, entregado oficialmente a la ciudad este 31 de octubre por el alcalde Mauricio Rodas.
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El bulevar «está diseñado para ser un lugar de estancia, para disfrutar del espacio público», dijo Juan Pablo Solórzano, gerente de la Epmmop, entidad encargada de la obra, quien además señaló la importancia de esta obra porque se constituye como un espacio de conexión entre la parada El Labrador del Metro de Quito y el nuevo Centro de Convenciones Bicentenario.
Este nuevo espacio inicia en la Isaac Albéniz y Av. Amazonas, con 750 metros de longitud aproximadamente, y 15 mil metros cuadrados de construcción. A esto se une un espacio de interfase o conexión con el parque Bicentenario de 18 mil metros cuadrados. Según indica Solórzano, lo inaugurado corresponde a una «primera fase» de lo que sería el plan original de la Centralidad Bicentenario, ya que en medio se encuentra un edificio público, que pertenece al Registro Civil, y que por solicitud de la entidad no sería derrocado sino hasta abril de 2018. Mientras tanto, en su fachada fue colocado un mural de Quito, que indica que el bulevar continúa tras esa edificación.
El funcionario indicó que ha sido complejo lograr esta obra precisamente al proceso de remediación y remoción de la antigua infraestructura que correspondía al aeropuerto, sin embargo, anunció que se derrocará parte de lo que era la infraestructura antigua para dar lugar a una plaza frente al Centro de Convenciones, el cual presenta un avance del 45%.
Inversión
En el bulevar Amazonas se invirtió 2,8 millones de dólares.
Atractivos del bulevar
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Adicional a la estructura pública, el Alcalde Rodas indicó que el bulevar hace un especial énfasis en el aspecto ambiental, ya que cuenta con un drenaje de agua lluvia que desvía el caudal hacia las jardineras y el humedal del parque.
Además, el arte urbano es parte de este espacio con dos esculturas inspiradas en obras de Leonardo Da Vinci, que recuerda la etapa en la que en este espacio funcionaba el antiguo aeropuerto de Quito. «Son elementos que de alguna forma nos recuerdan a dos máquinas voladoras; la primera es una especie de ave o pájaro y la segunda tiene forma de helicóptero», explicó Francisco Proaño, encargado de las esculturas.
Adicional a esto, en la parte norte del bulevar se encuentra un mural que de Quito.
El bulevar estará abierto las 24h00, habrá guardianía y estacionamientos.
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