Uno de los mayores litigios por contaminación medioambiental del planeta, ocurrido en la Amazonía ecuatoriana y conocido como el caso Chevron, podría cerrarse favorablemente para los afectados en 2 o 3 años, indicó este 26 de septiembre el abogado que defiende su caso.
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«La esperanza es que dentro de un plazo más o menos razonable, de dos a tres años, podría estar resuelta toda la cuestión de esta gran lucha», manifestó en una comparecencia ante la prensa el letrado Steven Donziger, que lleva más de dos décadas litigando en favor del Frente de Defensa de la Amazonía (FDA).
Se trata de un grupo que representa a las comunidades indígenas y de campesinos afectados por los vertidos de la petrolera Texaco en la Amazonía ecuatoriana entre 1964 y 1990, compañía adquirida posteriormente por la estadounidense Chevron en 2001.
La Corte Nacional de Justicia ecuatoriana dictaminó en 2013 que la compañía debía pagar 8.600 millones por los daños medioambientales en las provincias de Orellana y Sucumbíos en un área que abarca cerca de 500.000 hectáreas y es una de la zonas de mayor biodiversidad del mundo.
El abogado explicó que los demandantes, que iniciaron el proceso legal en 2003, han conseguido varias sentencias favorables y unánimes en tribunales canadienses y adelantó que el próximo 10 de octubre tendrá lugar una audiencia en una corte de Toronto en la que se dilucidará sobre la ejecución del embargo de activos a Chevron.
«Se trata de una audiencia bien importante porque un panel de tres jueces va a decidir un tema legal sobre la acción de ejecución. Los ecuatorianos ya tienen una sentencia a su favor de la Corte Suprema de Canadá, lo que les da derecho a proceder y poder capturar activos allá», subrayó en declaraciones a Efe.
«Es la primera vez en la historia que comunidades indígenas y campesinos de un país en América Latina han ganado un juicio de esta magnitud que vale ahora 12.000 millones de dólares», recalcó antes de valorar como fundamental la visita de líderes canadienses para llamar la atención de la sociedad civil en ese país norteamericano sobre lo que consideró «el peor desastre ambiental del planeta».
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Un grupo de líderes indígenas y ambientalistas canadienses visitó el lunes las comunidades afectadas por los vertidos de la petrolera.
«Vinimos aquí para conocer de primera mano lo que les han hecho a estas comunidades y cómo el comportamiento irresponsable ha resultado en esa tremenda destrucción», manifestó Phil Fontaine, «Gran Jefe» de las Primera Naciones de Canadá, organización que integran 634 grupos indígenas de ese país.
Por su parte, Rex Wayler, cofundador de Greenpeace Internacional, dijo que elevará en Canadá como «suyo» el caso de los afectados ecuatorianos y subrayó: «La ecología y la justicia social son una única batalla».
Fuente: EFE
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