Fernando Villavicencio, procesado por divulgar mensajes confidenciales enviados presuntamente al expresidente Rafael Correa, regresó a Ecuador para presentar este 18 de septiembre una denuncia por supuesta corrupción en el sector petrolero.
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Ramiro García, abogado de Villavicencio, indicó a Efe que si bien su defendido, quien se hallaba en Perú, tiene una orden de prisión preventiva en su contra, también acumula medidas cautelares a su favor emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), «que deberían prevalecer», dijo.
El pasado 28 de octubre, un juez ecuatoriano dictó prisión preventiva contra Villavicencio y contra el exasambleísta Cléver Jiménez, para el que el primero trabajaba, por divulgar información supuestamente confidencial del Estado ecuatoriano.
Se trata de correos relacionados con la estrategia jurídica del Estado de cara a un proceso contra la petrolera trasnacional Chevron y que habían sido enviados al entonces presidente Correa.
El letrado indicó hoy que ha solicitado revisión de la medida cautelar contra Villavicencio, dado que el pasado 19 de julio una jueza sustituyó la presión preventiva a Jiménez por el uso de un dispositivo de seguimiento electrónico.
En rueda de prensa, Villavicencio informó que ha regresado para presentar, hoy mismo, una denuncia de actos de corrupción presuntamente ocurridos durante el Gobierno Correa en el sector petrolífero.
«(La estructuración de) un mecanismo de intermediación petrolera corrupto que, durante varios años, ha generado miles y millones de dólares de pérdidas al Estado ecuatoriano», describió en la denuncia su abogado, que espera que Villavicencio no sea arrestado mientras tanto.
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Tanto Jiménez como Villavicencio fueron condenados en el pasado, junto a una tercera persona, por injuriar a Correa, los dos primeros a un año de prisión y el tercero a seis meses.
Los tres fueron sentenciados por lanzar acusaciones contra Correa sin tener pruebas y en relación con los hechos del 30 de septiembre de 2010, cuando el ahora exgobernante estuvo retenido durante varias horas en un hospital de Quito en medio de una revuelta policial que el Gobierno interpretó como un intento de golpe de Estado.
Fuente: EFE
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