Bajo un proyecto piloto de dos años llamado Cellvation, la planta de tratamiento de aguas residuales de Geestmerambacht cerca de Alkmaar, en Holanda, le ha dado un uso significativo al papel higiénico sucio.
PUBLICIDAD
La planta holandesa ahora utiliza un tamiz industrial para tamizar a través de las aguas residuales y recoger el papel higiénico desechado, consiguiendo 400 kilogramos de celulosa, la fibra natural encontrada en el papel higiénico.
Esa celulosa se esteriliza y se convierte en “material esponjoso”, que se utilizan para hacer aislamiento o botellas y carriles de bicicleta.
Carlijn Lahaye, directora general de CirTec, una de las dos compañías detrás del proyecto Cellvation, afirma que como los holandeses utilizan rollos de lujo, eso significa que la celulosa que se obtiene es de primera calidad.