Jóvenes radicales emprendieron en los últimos días una campaña contra la masificación turística en las regiones españolas de Cataluña (noreste) y Baleares (archipiélago mediterráneo), con algunas acciones violentas en sus capitales, Barcelona y Palma, respectivamente.
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Vecinos, organizaciones sociales y algunos sectores políticos vienen quejándose pacíficamente de la presión turística creciente que sufren estas regiones y ciudades desde hace años.
Sin embargo, varios encapuchados asaltaron un autobús turístico municipal de Barcelona hace unos días, cerca del estadio de fútbol del F.C. Barcelona, sin causar daños personales. Pincharon una rueda y escribieron «El turismo mata los barrios» en el vehículo.
El ataque fue reivindicado por Arran, que también saboteó bicicletas turísticas de alquiler en la misma ciudad. Se trata de una organización juvenil catalana de izquierda, vinculada a la CUP, un grupo político independentista y anticapitalista.
La misma asociación difundió el martes un vídeo en Twitter sobre una protesta contra el turismo de masas que «destruye» la isla de Mallorca y aboca a los trabajadores a la «miseria». Fue grabada enfrente del muelle viejo de Palma con pancartas, bengalas y lanzamiento de confeti contra los clientes de un restaurante.
En Barcelona, el Ayuntamiento y el Gobierno regional de Cataluña condenaron los ataques y se personarán en la causa judicial contra los responsables.
Por el contrario, la CUP lo justificó como una acción «simbólica» contra un modelo turístico «depredador».
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Vecinos de los barrios más turísticos de Barcelona protestan desde hace tiempo contra la gran afluencia de viajeros y la proliferación de apartamentos turísticos ilegales.
El Plan Estratégico de Turismo de Barcelona 2020, presentado en enero pasado, prevé explorar nuevas medidas fiscales para viviendas, autocares, cruceros y habitaciones dedicadas al turismo para financiar el impacto que supone esta actividad.
No obstante, el Gobierno regional catalán avisó de la tentación de «demonizar» el turismo.
En la región norteña del País Vasco, las juventudes del partido de izquierda independentista Sortu convocaron una manifestación en la ciudad de San Sebastián para el próximo día 17, en plenas fiestas de la Semana Grande, contra el modelo de turismo de la ciudad.
Por su parte, las autoridades de la Comunidad Valenciana, región que linda con Cataluña, aseguraron hoy que «no hay un problema» allí con la masificación turística que pueda derivar en una situación conflictiva.
España, una potencia turística mundial, cerró 2016 con un récord de 75,6 millones de visitantes extranjeros, con Cataluña a la cabeza (18 millones), seguida de Canarias (13,3 millones) y Baleares (13 millones).
El turismo supone más del 10 % el PIB nacional y da empleo a más de dos millones de personas. EFE