La aplicación de la teoría de redes, la misma que se utiliza para analizar las conexiones en Facebook, a la minerología está produciendo una «explosión de descubrimientos» que ha permitido prever la existencia de 1.500 nuevos minerales aún no descubiertos en la Tierra.
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La aplicación del análisis de redes ha sido explicado en un estudio publicado el 1 de agosto de 2017 en la revista científica American Minerologist.
En el estudio, un grupo internacional de científicos señala que al aplicar la misma teoría de redes que se usa para estimar la difusión de enfermedad o las conexiones de Facebook, se puede predecir minerales desconocidos e incluso el emplazamiento de depósitos.
Uno de los 12 autores del estudio, el doctor Robert Hazen, director ejecutivo del Deep Carbon Observartory (DCO), declaró a EFE que la aplicación de esta técnica ha permitido predecir que todavía hay unos 1.500 minerales no descubiertos por la ciencia pero que existen en forma natural.
«Al principio parecía una idea remota pensar en por qué los minerales formarían redes. Pero los minerales coexisten los unos con los otros. Tienen atributos como las personas. Los minerales proceden de lugares como las personas», explicó Hazen.
Pero una vez que el equipo de científicos, compuesto por especialistas en geología, biología y análisis de datos, se pusieron a aplicar la teoría de redes se dieron cuenta que ésta era relevante para la minerología.
«La consecuencia ha sido una explosión de descubrimientos», añadió Hazen.
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En la actualidad, están identificadas unas 5.200 especies minerales que se diferencian las unas de las otras por su singular combinación de composición química y estructura química.
Tras predecir la existencia de los nuevos minerales, los científicos empezaron a buscarlos para probar la validez de la técnica, empezando por los alrededor de 145 previsto minerales que están compuestos de carbono, el decimoquinto elemento químico más abundante en la Tierra.
«El DCO tiene como misión buscar y analizar el carbono en la Tierra. Así que lógicamente empezamos por los minerales que contienen carbono», dijo Hazen.
«Lo que descubrimos es que la distribución de los minerales de carbono sigue una pauta matemática muy distintiva», continuó.
«La gran mayoría de los alrededor de 400 minerales conocidos que están compuestos de carbono son muy raros. Alrededor de una cuarta parte de estos minerales sólo se encuentran en un lugar conocido», explicó.
«De hecho -prosiguió-, la mayoría de los minerales sólo se encuentran en un máximo de cinco lugares. Eso significa que existe una distribución muy distintiva. Y se pueden usar modelos matemáticos para predecir la existencia de nuevos minerales de la misma forma que biólogos lo han hecho desde hace décadas con especies».
Así es como el equipo de científicos pronosticó la existencia de esos nuevos 145 minerales de carbono. Y como han empezado a encontrarlos.
Shaunna Morrison, otra de las integrantes de DCO y también coautora del estudio, declaró a Efe que, aunque algunos de los nuevos minerales han sido hallados en depósitos, otros se encuentran en colecciones de museos.
«Muchos de los minerales que predecimos no tienen un aspecto particularmente llamativo. Pero ahora que sabemos que hay tantos minerales nuevos, podemos ir a las colecciones de los museos para buscar muchos de esos minerales», explicó Morrison.
Dos de los minerales previstos y ya encontrados se llaman abellaite y parasite-(La).
Tanto Hazen como Morrison señalaron que el análisis de redes en el terreno de los minerales puede ser utilizado por las compañías mineras para determinar el emplazamiento de nuevos depósitos.
Pero Morrison, que es miembro del equipo del robot Curiosity de la NASA que explora Marte, también confía en que el uso del análisis de redes pueda ser útil para la exploración espacial a fin de revelar la historia geológica de otros planetas.
Fuente: EFE
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