Las pequeñas y medianas empresas son las principales impulsoras del crecimiento económico de Chile, generando alrededor del 65% de los puestos de trabajo en el país, según un estudio de empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de 2016.
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Dicha cifra equivale a cinco millones de trabajadores, lo que sin duda es un número importante para la economía de un país no sólo por dotar de fuentes de trabajo, sino que también porque permite aumentar la productividad en épocas de recesión o desaceleración.
Sin embargo, los emprendimientos deben enfrentar complejos escenarios y diversas complicaciones durante sus primeros años de vida, tiempo que se conoce como “el valle de la muerte”, período donde sólo hay dos opciones: continuar o fracasar, por lo que nunca están de más tener en cuenta algunas recomendaciones para lograr el tan ansiado éxito.
En dicho lapso, y para hacer frente a los principales obstáculos que dificultarán el buen desarrollo de una compañía, Bárbara Soto, quien en 2015 fue escogida como la emprendedora del año por la Asociación de Emprendedores Chile (Asech), comentó que “todas las dificultades nacen de no tener un plan de negocios acotado, con expectativas realistas, objetivos claros y que contenga todas las variables. En estos tiempos es muy difícil que una empresa prospere sin antes contar con una planificación muy bien pensada”.
En el mismo sentido, agregó que “no es un hecho que una empresa nueva vaya a enfrentar pérdidas, en la mayoría de los casos ocurre porque hay un evidente tiempo de adaptación, pero todo depende del modelo de negocios, el producto y una innumerable cantidad de variables. Por tal motivo, antes de emprender, es recomendable contar con un respaldo económico para la primera etapa de funcionamiento, ya que la mayoría de las veces no es fácil ni rápido entrar al mercado”.
Uno de los puntos principales en cuanto a la sobrevivencia de una pequeña empresa, según Soto, sería blindarse financieramente. “Acá no se debe abusar de los créditos si no se tiene un flujo asegurado. Arriesgarse a financiar un proyecto a largo plazo con créditos de corto es muy peligroso, porque hace a las empresas vulnerables ante cualquier cambio en el escenario”.
En esa línea, Patricio Gana, socio Principal de AK Contadores, aseguró que para evitar posibles complicaciones frente a situaciones de financiamiento lo importante es “ser muy ordenado con la planificación del flujo de caja, es decir, cuidar el dinero y no gastarlo en bienes de consumo personales innecesarios».
Volver al inicio para ordenarse
Por otro lado, Soto comenta que siempre hay que resguardarse y respaldar cada compromiso que se haga «Hay que esforzarse en lograr que se firme un contrato con penalización por incumplimiento de fechas de servicio o pago», aconseja.
Por otro lado, si la empresa ya está sufriendo pérdidas, sostiene que lo mejor «es volver al plan de negocios, reestructurarlo, diversificar la oferta y abrirse a nuevos mercados. Aunque esto signifique renunciar a la idea inicial».
Otro aspecto no menor es preocuparse del aspecto tributario. Según Gana, es recomendable «elegir un sistema tributario y administrarlo justamente pensando o anticipando a situaciones de pérdidas o de bajas utilidades».
Afirma que darle la atención debida a esto permitiría «incluso podríamos llegar, en caso de bajas utilidades, a pagar cero impuesto considerando el mecanismo como una integración entre empresa y socios”.