En Internet circula las historia de Mark Cropp, un exconvicto que mientras estuvo en la cárcel sus compañeros de celda le hicieron un tatuaje en la cara. Después de ser liberado de prisión, Cropp no ha podido conseguir trabajo debido a su tatuaje.
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El joven de 19 años tiene tatuada en la cara la palabra ‘DEVAST8’ (devastador en inglés). Cropp informó a ‘The Independent’, que cuando intentaba conseguir trabajo «Hubo personas que se encogieron de hombros y se rieron de mí».
Mark Cropp se encontraba borracho cuando su hermano y compañero de celda le hizo ese tatuaje mientras cumplía una condena de dos años de prisión por un cargo de robo con agravantes.
En principio, el motivo ornamental debía ser pequeño y recorrer su mandíbula inferior pero, después de que la pareja tomaran una bebida alcohólica improvisada hecha con manzanas fermentadas, azúcar y pan, el plan se les fue de las manos y el tatuaje ocupó toda la mitad inferior de su cara.
Las autoridades de Nueva Zelanda propusieron a Cropp quitarse el tatuaje, pero se negó en varias ocasiones y, cuando aceptó el ofrecimiento un mes antes de salir de la cárcel, no tuvo lugar.
Al quedar en libertad, este exconvicto se arrepintió porque no podía encontrar trabajo para mantener a su familia. Sin embargo, al difundir su imagen en un grupo de empleo de Facebook le llegaron propuestas para retirar la inscripción de manera gratuita y multitud de ofertas de empleo.
Fuente: RT
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