Existen ciertas expresiones que muchas veces otras personas pueden interpretarlas de un a manera totalmente distinta a la que se quería comunicar. Este tipo de hechos pueden dejar con desaliento o simplemente puede dejar con una desagradable sensación.
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Las malas interpretaciones suceden por decir las cosas sin ser conscientes de las sutiles implicaciones que llevan consigo. Comprender estas implicaciones implica tener la capacidad de darse cuenta de las emociones y las experiencias de los demás.
TalentSmart realizó un estudio de inteligencia emocional a través de pruebas a más de medio millón de personas y descubrieron que la sensibilidad social es una habilidad que no todos la tienen. Esta carencia se debe a que el enfoque de las personas está en lo próximo que se va a decir y en cómo nos afecta lo que dicen a uno mismo que hay capacidad de fijarse en los demás.
Sin embargo, al adquirir sensibilidad social o hacer unos cambios sencillos se puede suponer una mejora significativa en las relaciones con los demás.
Existen algunas frases que las personas emocionalmente inteligentes evitan decir en las conversaciones informales.
De este modo se presenta a continuación, las nueve frases más ofensivas que se deben evitar siempre.
1. «Tienes pinta de estar cansado»
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Las personas cansadas son todo lo contrario a atractivas: están con ojeras, con el pelo alborotado, sin concentración y con mal humor. Decirle a alguien que tiene pinta de estar cansado implica todo esto, entre otras cosas.
En lugar de eso, se debe decir: «¿Estás bien?». La mayoría de la gente intenta ayudar cuando dice «tienes pinta de estar cansado» (lo dicen porque quieren saber si la otra persona está bien). En vez de asumir la disposición de la otra persona, se puede preguntar. De esta manera, le le da la oportunidad de abrirse y compartir sus pensamientos. Y, lo que es más importante, percibirá preocupación en lugar de agresividad.
2. «¡Has adelgazado muchísimo!»
Este es un comentario bienintencionado -en este caso, un cumplido- puede percibirse como una crítica. Decirle a alguien que ha adelgazado muchísimo sugiere que antes estaba muy gordo o que era poco atractivo.
Para este caso de puede decir: «Te veo genial». Esa sería una manera muy sencilla de arreglarlo. En lugar de comparar su físico actual con su físico anterior, simplemente se le dedicaría un cumplido por su buen aspecto. De esta manera, se borra del mapa el pasado.
3. «Eras demasiado para él»
Cuando alguien termina una relación de cualquier tipo, ya sea personal o profesional, este comentario implica que esa persona eligió mal en un primer momento.
En lugar de eso se puede decir: «¡Él se lo pierde!». Así se proporciona apoyo y optimismo de una manera entusiasta y que no implique criticismo.
4. «Tú siempre» o «tú nunca»
Nadie hace siempre o no hace nunca algo. La gente no se percibe a sí misma de manera unidimensional, así que no se debe intentar definirla como tal. Estas frases generan una actitud defensiva en los demás y hacen que no les llegue el mensaje orignal, algo nada favorecedor, ya que lo más probable es que se utilicen estas frases cuando se quiera tratar algún tema importante.
En vez de eso, simplemente lse puede señalar qué acción de la otra persona ha supuesto un problema. Si la frecuencia con la que se producen este tipo de conductas se convierte en un problema mayor, siempre se puede decir: «Parece que haces esto a menudo» o «me he dado cuenta de que haces esto con bastante frecuencia».
5. «Estás genial para tu edad»
Utilizar «para» a modo de calificativo transmite condescendencia y rudeza. A nadie le gusta que le digan que es «inteligente para ser deportista» o que «para tener un pie en la tumba, está en buena forma». A la gente lo que le gusta es simplemente ser inteligente y estar en forma.
Para este caso se puede decir: «Te veo estupendamente». Los cumplidos genuinos no necesitan más calificativos.
6. «Como ya he dicho antes…»
Esta frase transmite que una persona se siente insultada por tener que repetir algo y puede hacer que el receptor se sienta mal (ya que es alguien interesado en escuchar tu perspectiva). Mostrarse ofendido por tener que repetir algo que ya has dicho da a entender que hay inseguridad o creencia de superioridad respecto a los demás (o ambas cosas). Y, en realidad, la mayoría de la gente que utiliza esta frase no lo hace porque se sienta así.
Lo que se puede hacer es transmitir el mensaje de una manera más clara o más interesante al repetirlo. De esta manera, la gente recordará lo que se pretende decir.
7. «Buena suerte»
Obviamente, no se acabael mundo por desear buena suerte a alguien, pero hay formas de hacerlo mejor, ya que esta frase implica que la otra persona va a necesitar suerte para poder conseguir lo que se propone.
Lo que se puede decir es «Sé que podrás con todo». Esto es mejor que desear buena suerte porque sugiere que la otra persona tiene la capacidad necesaria para conseguir lo que se proponga y provoca que su confianza en sí misma aumente.
8. «Me da igual» o «lo que tú quieras»
Aunque la pregunta que hayan hecho provoque indiferencia, a la persona que ha hecho la pregunta le importa la opinión (porque no habría preguntado si no fuera así).
Lo que se puede decir es: «No tengo ninguna preferencia en especial, pero lo que sí deberíamos tener en cuenta es… «.
9. «Por lo menos yo nunca he _____»
Utilizar esta frase es una manera agresiva de desviar la atención de un error que se ha cometido echándole en cara a la otra persona otro fallo, probablemente irrelevante, que cometió hace tiempo (y que ya deberías haberle perdonado).
Lo que se puede decir: «Lo siento». Reconocer un error es la mejor forma de aportar racionalidad y calma a una discusión para que se solucionen las cosas. Admitir la culpa es una manera muy efectiva de evitar que la situación se agrave.
Fuente: Weforum
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