El canciller saliente de Ecuador, Guillaume Long, se despidió hoy del cargo, que lo ha ejercido por más de un año, y dijo que lo hace con alegría porque el proceso de «Revolución ciudadana» seguirá con el nuevo Gobierno del presidente Lenin Moreno.
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Long, abordado por periodistas en la sede de la Cancillería en Quito, destacó el nivel de coordinación que ha mantenido, en el proceso de transición, con su sucesora, María Fernanda Espinosa.
«Me despido con mucha alegría, sabiendo además que sigue este proceso con el compañero Lenín Moreno y la compañera María Fernanda Espinosa, una querida amiga con la que hemos hecho una gran transición», remarcó Long.
Moreno, que jurará mañana miércoles, como nuevo gobernante de Ecuador, sucederá al izquierdista Rafael Correa, quien le entregará el testigo tras permanecer una década en el poder.
Long, quien se ha desempeñado como canciller de Correa desde marzo de 2016, destacó la labor efectuada por el Ministerio de Relaciones Exteriores durante el periodo de Correa, bajo la bandera de la «Revolución ciudadana», como ha denominado el saliente gobernante a su estrategia de gobierno.
«Lo hemos dado absolutamente todo a este pueblo ecuatoriano que se ha hecho digno de ser soberano, de ser independiente, de caminar por cualquier parte del mundo con la frente en alto», apuntó Long al afirmar que «ya todo el mundo sabe que Ecuador se respeta, que Ecuador se admira, que Ecuador se escucha».
«Ha sido un tremendo honor» ser el canciller del país, remarcó Long que se despidió de los periodistas con un «hasta luego».
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