Ecuador expuso ante el Consejo de Derechos Humanos (CDH) de Naciones Unidas las medidas que ha adoptado en los diez últimos años y con las que ha conseguido promover la igualdad, en la región con los mayores niveles de desigualdad del mundo.
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«Hemos reducido la desigualdad, que es una vergüenza para América Latina», declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Guillaume Long, ante el foro intergubernamental más importante de derechos humanos de la ONU.
En un discurso en el que mencionó diversas medidas y cifras con las que sustentó los logros del Gobierno del presidente Rafael Correa, Long sostuvo que la clave de los cambios sociales registrados en su país está en haber superado la idea de la prevalencia de los derechos políticos y civiles sobre los económicos y sociales.
«Nosotros nos planteamos la necesidad de superar esas divisiones y darles la misma jerarquía», explicó Long.
Opinó que el Gobierno de Correa, que en tres semanas entregará el poder al presidente electo Lenin Moreno, basó un decenio de reformas en la base de que «el desarrollo es un derecho en sí y la condición para garantizar los derechos humanos».
«Hemos afrontado a las transnacionales, defendido el medio ambiente, combatido el trabajo infantil, hecho obligatoria la afiliación a la seguridad social, establecido un salario mínimo que cubre la canasta familiar y exigido a las empresas que paguen los impuestos que les corresponden», detalló.
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En función de una concepción «multinacional» de la pobreza, Long indicó que ésta bajó del 27 por ciento hace diez años al 16 por ciento actual.
El ministro acusó a los poderes económicos de oponerse a «la modernidad democrática» en su país con el fin de salvaguardar sus propios intereses y pagar los menores impuestos posibles.
«En Ecuador la presión tributaria se eleva al 20 por ciento del PIB, en los países desarrollados entre 30 y 50 por ciento, y en la Unión Europea es del 38 por ciento, pero cualquier intento de reforma tributaria es rechazada por las élites y los medios de comunicación», aseguró.
Sobre la prensa, Long sostuvo que en Ecuador hay «plena libertad de expresión», contrariamente a las críticas que han surgido en los últimos años ante medidas vistas como restrictivas por un sector de los medios de comunicación.
«Se olvida que los medios también pueden violar los derechos humanos con mensajes racistas, sexistas, discriminatorios o difamatorios», consideró el ministro, quien dijo que la prensa no debe olvidar que asume una responsabilidad por las expresiones que emite.
Durante su exposición ante el CDH, el responsable de Exteriores se refirió al caso de Julian Assange, quien está asilado desde hace casi cinco años en la embajada de Ecuador en Londres.
«Las recientes manifestaciones del presidente (de Estados Unidos) Donald Trump, del fiscal general y del director de la CIA sobre eventuales acciones penales contra Assange y WikiLeaks demuestran que Ecuador tuvo razón en darle asilo para proteger sus derechos humanos, pues es una víctima a la que se niega un debido proceso», comentó.
Durante la sesión del CDH, varios países aplaudieron el balance social del Gobierno saliente de Ecuador.
En términos de recomendaciones, las más repetidas estuvieron relacionadas con la necesidad de salvaguardar la libertad de expresión y de reunión pacífica, así como de reforzar las medidas para sancionar la violación de los derechos y la discriminación del colectivo LGBT (lesbianas, gais, bisexuales y transexuales).
Asimismo, se pidió a Ecuador continuar con las medidas para garantizar el acceso a la justicia de mujeres y niñas víctimas de violencia de género.
Fuente: EFE