Una comisión de la Organización de Naciones Unidas, ONU, que investiga la guerra en Siria, advierte el riesgo de miles de civiles evacuados a zonas bajo control rebelde en el norte del país.
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El presidente de esta comisión es el brasileño Paulo Sérgio Pinheiro, se refirió en particular a la provincia de Idleb y el oeste de Alepo, regiones con gran posibilidad de vivir una «escalada de las hostilidades».
«El sitio de Alepo se terminó, pero lo que ocurrió allí está teniendo repercusiones en toda Siria», aseguró el responsable de la comisión encargada de investigar las violaciones de los derechos humanos.
Además, Pinheiro destacó que la caída de Alepo resultó también en una mayor «radicalización» entre las fuerzas opositoras, con nuevas alianzas entre grupos terroristas y extremistas que están presentes en el oeste de esa provincia y en Idleb, aumentando aún más el peligro para los civiles desplazados.
Entre otras cosas, los expertos están estudiando el reciente ataque químico en la ciudad de Jan Shijún, en Idleb, aunque todavía no tienen demasiadas conclusiones definitivas
La comisión tiene como objetivo documentar crímenes graves en Siria aunque lo hace fuera del país porque no tiene autoridades legales sobre el territorio.