Una prueba de ADN ha confirmado que los restos humanos encontrados en el cuerpo de dos cocodrilos en Zimbabue pertenecen al cazador sudafricano Scott van Zyl, desaparecido el pasado 7 de abril mientras participaba en una cacería en las inmediaciones del río Limpopo.
PUBLICIDAD
«La dirección del Heritage Protection Group confirma con permiso de la señora Van Zyl que el ADN encontrado coincide con el del señor Scott van Zyl», anunció hoy este grupo conservacionista, que ha participado en las labores de búsqueda, en su cuenta de facebook.
Van Zyl, de 44 años y natural de la provincia de Limpopo (en el norte de Sudáfrica y fronteriza con Zimbabue), era dueño de la empresa de caza deportiva SS Pro Safaris, y el día de su desaparición había salido de cacería acompañado de un guía y dos perros.
El guía informó de la desaparición de Van Zyl al regresar al lugar en el que se alojaban. Los dos hombres habían partido en direcciones distintas al abandonar su vehículo durante la cacería, pero solo el guía regresó a la base de operaciones.
Asociaciones de cazadores, servicios de emergencias y colectivos conservacionistas han buscado durante dos semanas con helicópteros y equipos terrestres de rescate al cazador sudafricano.
Las tropas de las Fuerzas Armadas sudafricanas desplegadas en la frontera de Zimbabue y la Policía de Zimbabue también contribuyeron a las labores de búsqueda, informan medios de Johannesburgo.
Uno de los helicópteros desplegados encontró la mochila de Van Zyl cerca del río Limpopo -que durante algunos de sus tramos separa a Sudáfrica de Botsuana y de Zimbabue-, y sus tripulantes y la Policía de Zimbabue decidieron matar a dos cocodrilos que fueron avistados en la zona el pasado 14 de abril.
Las sospechas quedaron confirmadas al hallarse restos humanos en el interior de los animales. Las pruebas de ADN han refrendado días después que el cazador sudafricano murió devorado por los reptiles. EFE