El aeropuerto Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, de Quito está entre los mejores de América Latina, de acuerdo con el listado de»Los 100 mejores aeropuertos del mundo» que publica la organización privada Skytrax.
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La compañía asegura que se basa en 13,25 millones de encuestas completadas por usuarios de 106 nacionalidades. Entre los 100 aeropuertos del listado, se encuentran apenas 5 latinoamericanos.
El mejor ubicado es el aeropuerto internacional El Dorado, en Bogotá, mientras que la terminal de la capital colombiana está en el puesto 46, tres posiciones por delante del aeropuerto de Lima.
Al respecto, en el puesto 62 y 65 se encuentran dos aeródromos ecuatorianos, el de Quito y el de Guayaquil. La lista la cierra el de Tocumen, en Panamá, que se encuentra en el puesto 86 entre los 100 primeros del mundo.
La mejoría en la percepción del aeropuerto bogotano es particularmente notoria. Había ocupado el puesto 94 apenas un año antes.
También subió en el escalafón de manera muy sustancial el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, que pasó del puesto 105 al 62. Esta terminal reemplazó en 2013 al antiguo aeropuerto ubicado más cerca al casco urbano de la capital ecuatoriana.
Ninguno de los aeropuertos mencionados parece estar durmiéndose en los laureles. En Bogotá ya se habla que la expansión acometida resultó insuficiente para todo el tráfico nuevo que se ha generado, por lo que el gobierno colombiano anunció este año planes para construir un aeropuerto alternativo.
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Mientras, en Quito se habla también de una expansión planeada para los próximos años. Y en Panamá, el aeropuerto de Tocumen está actualmente en un proceso de ampliación.
¿Cuáles son los aeropuertos criticados?
Haber conseguido apenas cinco puestos entre los primeros 100 revela el atraso que tiene la región en su infraestructura aeroportuaria.
Mientras Skytrax busca identificar aeropuertos apreciados por los viajeros, otras organizaciones van en la dirección opuesta y destacan aquellos que son blanco frecuente de las críticas.
Los 5 países con la percepción de tener la infraestructura de transporte aéreo más deficiente en la región, según el Informe Global de Competitividad, Foro Económico Mundial 2015:
1 Venezuela
2 Paraguay
3 Haití
4 Bolivia
5 Nicaragua
Aunque inevitablemente van a incluir un elemento subjetivo en sus apreciaciones, apuntan a falencias claras en muchos de esos aeródromos.
A finales del año pasado, la página sleepinginairports.net, que solicita opiniones al público vía internet, mencionó dos aeropuertos latinoamericanos en su lista de los diez peores.
El aeropuerto Toussant Louverture, de Puerto Príncipe, la capital haitiana, entra en esa categoría.
Muchos de los usuarios lo describen como incómodo por el calor, la falta de sillas y la pobre calidad del servicio.
También encuentra espacio en esta encuesta informal de aeropuertos muy criticados el de Maiquetía, en Caracas.
La capital venezolana ha venido sufriendo también las consecuencias de la crisis cambiaria que enfrenta el país, que ha llevado a varias aerolíneas internacionales a reducir el servicio a Caracas.
Otro listado anual, esta vez el del Informe Global de Competitividad del Foro Económico Mundial, también ofrece luces sobre el estado de la infraestructura aérea en la región.
En su última edición, coincide en colocar a Venezuela como el peor país de la región en cuanto a la percepción que se tiene sobre la calidad de la infraestructura de transporte aéreo, en el puesto 134 a nivel mundial.
Apenas adelante están Paraguay en el puesto 133 y Haití en el 127.
En cambio, el informe, que recoge la opinión de voces principalmente del sector empresarial, ubica a Panamá como el mejor país de la región en cuanto a infraestructura de transporte aéreo, al colocarse en el puesto número seis a nivel global, por encima de naciones como Suiza o Alemania.
Chile está en el puesto 36 y Ecuador en el puesto 42.
Para John Kasarda, el académico creador del término «Aerotrópolis», las ciudades que giran en torno a los aeropuertos son la frontera de la nueva fase de la globalización.
El fenómeno definirá a nuestras ciudades tanto como lo hicieron los puertos en el siglo XVIII o los ferrocarriles en el siglo XIX.
Y en América Latina, unas ciudades claramente van más rápido que otras en buscar que esta pieza clave de la infraestructura económica esté a la altura de las necesidades de sus países.
Con información de BBC.