El Senado de EE.UU. aprobó hoy la suspensión de una regulación impulsada por el expresidente Barack Obama para impedir que personas con problemas mentales puedan acceder a la compra de armas, en una victoria de los grupos pro-armas como la Asociación Nacional del Rifle (NRA).
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El voto se saldó con el respaldo de 57 senadores, la mayoría completa de los republicanos y varios demócratas, frente a 43 rechazos.
El bloqueo del Senado se produce después de que la Cámara de Representantes, también de mayoría republicana, hiciese lo mismo hace unas semanas, y solo queda la firma del presidente Donald Trump, quien ya ha adelantado que la ratificará.
La medida había sido impulsada por Obama dentro de su plan para aumentar los controles en el acceso a armas de fuego tras la matanza de un colegio Newtown (Connecticut) en el año 2012, donde fallecieron 20 niños y 6 profesores.
La norma, que se calcula afectaba a 75.000 personas, exigía que la Dirección de Seguridad Social comunicase al gobierno federal los nombres de las personas que recibiesen ayudas con historial de enfermedades mentales para que no pudiesen comprar armas.
La decisión fue aplaudida por la NRA, el principal grupo de presión pro-armas.
«El voto de hoy en el Senado supone el siguiente paso en la marcha atrás de la ofensiva extralimitación del gobierno que caracterizó la era de Obama», dijo Chris W. Cox, director ejecutivo de la NRA, en un comunicado.
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Por su parte, el senador demócrata Chris Murphy, que representa al estado de Connecticut, donde se produjo la matanza de Newtown, se mostró indignado por el bloqueo al señalar que estaba dirigida a un grupo pequeño de personas.
«¿Si no puede manejar tus propios asuntos financieros, cómo podemos esperar que pueda ser el propietario responsable de un arma de fuego legal y peligrosa?», sostuvo en su intervención antes de votar no a la propuesta.
Las organizaciones a favor del control al acceso de armas también expresaron su rechazo.
«No se equivoquen, este voto realmente se trataba de aumentar el conjunto de posibles clientes de la industria de armas, a costa de aquellos en peligro de hacerse daño a sí mismo o a otros», dijo Dan Gross, presidente de la Brady Campaign para prevenir la violencia de armas, informa EFE.