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Ecuador podría sufrir económicamente con las políticas de Donald Trump

Si el dólar sube, Ecuador, por ejemplo, vería que sus exportaciones se harían más caras para sus clientes.

El mundo entero está pendiente de entender cómo lo afecta el enorme cambio de dirección en la política económica estadounidense que parece estarse anunciando con la llegada al poder de Donald Trump.

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Después de todo, Estados Unidos sigue siendo el principal motor de la economía mundial.

Así que el adagio que asegura que cuando Washington estornuda el resto del mundo agarra un resfriado sigue teniendo mucho de cierto.

En el contexto latinoamericano, sin embargo, algunos países tienen menos mecanismos de cobertura que otros para hacer frente a muchos de los posibles efectos económicos de la era Trump.

Pero, ¿cuáles son los países de la región más vulnerables a lo que puede pasar en Estados Unidos bajo el nuevo gobierno?

El gran problema de México

En materia comercial, por ejemplo, ningún país latinoamericano es tan dependiente de Estados Unidos como México.

No en balde esa nación envía el 73% de sus exportacionesdonde su vecino en el norte.

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El monto mucho mas abultado que el de naciones centroamericanas como Guatemala, que le venden a Estados Unidos el 40% de sus productos.

Y muchísimo mas acentuado que naciones del cono sur como Uruguay, para quien EE.UU. es apenas destino para el 5% de sus exportaciones.

De hecho, el mercado interno del Mercosur, y una oferta diversificada de clientes, como China, hace que varias naciones del Cono Sur no dependan de manera excesiva de Estados Unidos.

Y en ese sentido, al menos de manera directa, están menos expuestos a las amenazas de Trump de poner aranceles a las importaciones para proteger al empleo local.

La situación de México, en cambio, es particularmente delicada en ese aspecto.

Muchos de sus productos de exportación, como el automotriz, compiten directamente con las fábricas estadounidenses.

Y Trump está presionando personalmente, incluso via Twitter, a las grandes empresas multinacionales para que, en vez de exportar desde México, produzcan desde Estados Unidos.

El mandatario amenaza además con dejar de lado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés) que desde hace más de dos décadas garantiza el paso libre de aranceles de los productos entre las dos naciones.

Así que México tiene mucho qué perder con Trump. Y no es coincidencia que en el último año la cotización del peso mexicano cayera a medida que el magnate se iba acercando al poder.

Cuba: a la expectativa

Si bien ningún otro país de la región tiene un porcentaje tan alto de sus exportaciones con Estados Unidos, hay otros con economías muy potencialmente vulnerables al cambio en Washington.

Y Cuba es uno de ellos.

Una de las grandes noticias mundiales desde fines de 2014 fue el acercamiento entre Washington y La Habana después de décadas de hostilidades.

Y, desde el punto de vista económico, ese realineamiento diplomático había sido visto como una tabla de salvación para la nación caribeña.

Efectivamente, como consecuencia de los problemas financieros de Venezuela -su principal aliado económico y fuente de petróleo barato- Cuba ha estado buscando afanosamente otras fuentes de ingresos.

Y se esperaba que. al menos en el mediano plazo, la inversión estadounidense pudiera cumplir ese papel.

La llegada de Trump a la Casa Blanca, sin embargo, ha aumentado la incertidumbre acerca de lo que será la política estadounidense frente a Cuba.

Durante la pasada campaña electoral fue cercano a grupos del exilio cubano que se oponen a las relaciones con el gobierno actual de la isla.

Y si Estados Unidos decide acentuar el embargo económico, en vez de aliviarlo como viene haciéndolo desde 2014, es claro que Cuba tendrá bastante qué perder durante un gobierno de Donald Trump.

Dolarazo

El impacto económico de Estados Unidos en América Latina se siente de múltiples maneras.

Pero el dólar es el inevitable protagonista.

Así, una restricción a los migrantes indocumentados y a las remesas en dólares que estos envían a sus países sería un golpe fuerte para muchos países.

Esto afectaría duramente a naciones centroamericanas como Guatemala, Honduras y El Salvador, que han contado con el mercado laboral estadounidense como una válvula de escape para el desempleo interno.

Y está, por otro lado, el papel que juega el dólar como divisa predominante en la región.

Algunos analistas estiman que las anunciadas políticas de Trump, incluyendo un aumento en el gasto en obras públicas y defensa, junto con una reducción en los impuestos, provocarán inflación en Estados Unidos.

Eso podría llevar al banco central independiente de ese país, la Reserva Federal, a subir las tasas de interés para combatir esa inflación.

Pero con tasas de interés más altas, se haría más atractivo invertir en Estados Unidos, lo que podría provocar una estampida de dinero de otros países hacia el norte, causando a su vez una revaluación del dólar.

Eso tendría un impacto fuerte para las tres naciones latinoamericanas que usan el dólar como su moneda nacional:Panamá, El Salvador y Ecuador.

Si el dólar sube, Ecuador, por ejemplo, vería que sus exportaciones se harían más caras para sus clientes.

Mientras que importaciones de países vecinos como Colombia se harían más baratas. Lo que tendría un efecto negativo sobre su manufactura local.

Todo esto prueba que las repercusiones de la nueva era Trump en la economía latinoamericana son muchas y muy variadas.

Y eso hace comprensible que la región, al igual que el resto del mundo, esté tan pendiente de la cuenta de Twitter del mandatario estadounidense, pues saben que las decisiones que ahí anuncia pueden tener un efecto muy significativo sobre sus economías.

Fuente: BBC Mundo

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