El torrencial aguacero que sorprendió a la capital la tarde del lunes 30 de enero provocó el colapso de ciertos sectores. La imagen de mayor impacto fue la de un automóvil atrapado en el agua en el barrio Santa Ana.
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Carlos Espinosa, gerente de operaciones de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento de Quito, indica que dicho «evento inusual» no fue ocasionado por el taponamiento de los sumideros ni obstrucción de la red de alcantarillado, sino por la fuerte cantidad de granizo que tapó momentáneamente la rejilla del sumidero.
«No fue por falta de mantenimiento de la red, sino que debido a la fuerte precipitación, el sistema trabajó a presión, es decir, resultó insuficiente hidráulicamente para evacuar el agua en tan poco tiempo. Prueba de ello fue que al llegar el personal de la Epmaps a cinco minutos de la emergencia, no hizo falta utilizar el hidrosuccionador sino que el agua bajo sola en minutos», aclaró el funcionario.
Al respecto de la vulnerabilidad de la ciudad ante inundaciones en época de lluvia, Espinosa indica que se han tomado medidas al respecto. Por ejemplo, indica que años atrás los pasos deprimidos de La Y, de la Universidad Central, de la Av. Patria y 9 de octubre, entre otros, se inundaban con la llegada de la temporada invernal.
«Ahora, en La Y se instaló un sistema de bombeo que se activa automáticamente el momento en que empieza a llover, encendiendo unas bombas que succionan el agua para que no se acumule; en el de la Universidad Central estamos en estos momentos haciendo una modificación para incrementar el diámetro de la tubería de la red de alcantarillado y conectándola al colector Anglo French, el más grande de la ciudad; y en la Av. Patria se hizo una campaña para que no se tape las alcantarillas con material de construcción, según la verificación de la Epmaps.
Sin embargo, para que estos sistemas no colapsen, Espinosa indicó que es necesaria la colaboración ciudadana para que la red de alcantarillado se mantenga libre de basura, papeles, materiales de construcción como cemento o madera, que al tapar las alcantarillas afectan a los sitios más bajos de la ciudad.
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«Nuestra ciudad debe cuidar los 117 mil sumideros que tiene la ciudad, los cuales son limpiados periódicamente a través de un plan que maneja la Epmaps y, adicional a ello, con el Plan Lluvias se identificaron los sitios más vulnerables para realizar una limpieza de hasta cuatro veces al año.
Según el reporte del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI), para la tarde de este martes 31 de enero, se prevén lluvias y tormentas eléctricas en horas de la tarde, debido al alto contenido de humedad registrado en las mañanas y el aporte del calentamiento diurno.
Dato:
Desde el 6 de octubre de 2016 al 30 de enero de este año, se han registrado un total de 80 inundaciones en el Distrito, según el Centro de Operaciones de Emergencia Metropolitano.